Jesús Sevilla es un niño de 8 años que tiene cáncer y vive en Madridejos, un pueblo de La Mancha toledana. Le tratan en el hospital Mancha Centro, donde ha dado lugar a un pequeño «museo» de unicornios. El domingo 18 una marcha solidaria recorrerá Madridejos en su honor.
El hallazgo de un unicornio azul dentro de un huevo Kinder se ha transformado en un «proyecto de vida» para Jesús Sevilla, niño de Madridejos (Toledo), enfermo de cáncer, que junto a su familia y fisioterapeuta ha organizado una marcha para el domingo que lleva por lema ‘Nos movemos por la vida’.
La marcha, de 18 kilómetros, se iniciará a las 9:00 horas desde la Iglesia de San Francisco del municipio toledano y concluirá en la sierra donde se encuentra la Ermita de la Virgen de Valdehierro, patrona de Madridejos, según ha explicado a Efe Pilar Fernández, la fisioterapeuta del Hospital ‘La Mancha Centro’ de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) que atiende al menor diariamente desde el pasado mes de noviembre y con el que ha construido el ‘Proyecto Unicornio’.
Esta iniciativa empezó el pasado mes de febrero, cuando Jesús se incorporó de nuevo a su terapia de rehabilitación por rigidez en la rodilla de la pierna derecha tras ser operado en el hospital madrileño del ‘Niño Jesús’.
Su ‘fisio’ le contó que en el camino de Toledo, donde reside, a Alcázar se había comido un Kinder que en su interior contenía un unicornio azul como sorpresa.
«Le conté una historia de unicornios, que sólo pueden ser vistos por la gente con el alma pura y que en su cuerno guardaban algo muy valioso, y al día siguiente me dijo que habían buscado en internet las posibilidades de que saliera un unicornio en un huevo Kinder y que había encontrado que prácticamente era imposible», ha relatado.
La búsqueda de un nuevo unicornio ha supuesto el inicio de un juego en el que se han ido implicando todos cuantos se encontraban alrededor, desde pacientes de rehabilitación hasta trabajadores del hospital, que todos los días se inflaban a chocolate en busca de un unicornio para demostrar que «lo imposible tenía posibilidades».
«Se empezó a formar tanta expectación a la hora de abrir huevos, algunos días hasta 40, que decidimos hacer un espectáculo de su apertura y cantar la sorpresa como si fuera un sorteo de lotería», ha comentado Pilar Fernández.
Así, ha confirmado, hasta que han conseguido reunir 18 unicornios de distintos colores gracias a la colaboración de personas de Alcázar y pueblos de la comarca, de Madrid, de Segovia, Málaga, Toledo y Ciudad Real.
Los unicornios, para los que un usuario de rehabilitación ha hecho un establo, no paran quietos y se mueven entre pacientes de distintas edades ingresados en el hospital alcazareño y niños que están en sus casas aquejados de alguna enfermedad.
Y ello, ha concluido Fernández, como si tuvieran «vida propia» y transmitieran la felicidad que irradia Jesús, un «gran héroe» al que van a seguir apoyando e infundiendo energía «moviéndose por la vida».