Efectivos del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Albacete han investigado a un varón de 40 años, residente en la provincia de Almería, como presunto autor de un delito contra la seguridad vial, al conducir un vehículo a motor bajo la influencia de bebidas alcohólicas.
Actuaciones
Una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico del Destacamento albaceteño de Almansa, que realizaba servicio de vigilancia de carreteras por la autovía A-33, dentro del término municipal de Caudete, observó cómo un vehículo articulado que les precedía realizaba, sin motivo justificado, movimientos zigzagueantes y bruscas frenadas, por lo que procedieron a rebasarlo y detener su marcha fuera de la autovía.
En el momento de identificar al conductor, los agentes apreciaron que el mismo pudiera hallarse bajo la influencia de bebidas alcohólicas, hecho que fue confirmado tras someterle a la realización de las correspondientes pruebas, donde arrojó un resultado de 0,92 mg de alcohol por litro de aire espirado, que sextuplicaba la tasa máxima de alcohol permitida para los conductores de este tipo de vehículos fijada en 0’15 mg.
Delito contra la seguridad vial
Efectivos del Destacamento de Tráfico de Almansa, procedieron a la investigación de dicha persona por un delito contra la seguridad vial, al conducir un vehículo a motor bajo la influencia de bebidas alcohólicas, procediendo, así mismo, a la inmovilización del citado vehículo hasta tanto se hizo cargo de su conducción otro conductor enviado por la empresa propietaria del mismo.
Código Penal
Los hechos relatados, constitutivos de un delito contra la seguridad vial, podrían ser castigados con la pena de prisión de tres a seis meses o con la de multa de seis a doce meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días, y, en cualquier caso, con la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.
Alcohol y drogas, factores determinantes en los siniestros viales
La Guardia Civil recuerda que el alcohol es un factor concurrente o determinante en gran parte de los accidentes mortales de circulación. Su presencia en la conducción, dependiendo de su tasa, multiplica el riesgo de sufrir un accidente, además de ser un factor agravante de sus consecuencias.