viernes, 29 de noviembre de 2024
Solidaridad 28/04/2015junio 8th, 2017

En sus dos semanas de funcionamiento, el Economato Social puesto en marcha por Cáritas Diocesana de Toledo en el barrio de Santa María de Benquerencia de la capital regional está teniendo una gran acogida por parte de los usuarios.

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Hasta allí acuden prácticamente a diario personas que son atendidas por Cáritas en las parroquias de la zona, a las que se les entrega un dinero para que lo gasten en adquirir productos básicos de alimentación, limpieza e higiene. Al día van entre 15 y 20 y al mes 200 beneficiarios.

Cáritas ha pasado de entregar alimentos en las parroquias -que en la mayoría de los casos siempre eran no perecederos- a dignificar la ayuda a través de este pequeño supermercado ubicado en la calle río Júcar de la zona industrial. De esta forma consigue un doble objetivo, por un lado ampliar la gama de productos que se llevan a casa y que estos se adapten a sus necesidades y, por otro, gestionar mejor y ser más eficaces a la hora de proporcionar dicha prestación.

Nada más llegar, el usuario es atendido por los voluntarios del economato, al que acude a partir de la cita previa que le han dado en su parroquia. Uno por uno, recorren las estanterías dedicadas a artículos de desayuno, frutas y verduras, infantil, alimentos no perecederos, limpieza e higiene, congelados y alimentos frescos. El voluntario le ayuda, no solo a calcular el presupuesto, sino que -en algunos casos- también les enseña a hacer un consumo responsable.

El Economato Social de Cáritas en Toledo se inauguró el pasado 9 de abril con la bendición del arzobispo Braulio Rodríguez y gracias a la colaboración de la red de supermercados Covirán, empresa que equipó el economato y que aporta productos de marca blanca a un precio especial.

Su responsable, Francisco Villacampa, explicaba a Encastillalamancha.es que este proyecto ha nacido con la intención de ser «ampliable», para que, además de las parroquias del barrio de Santa María de Benquerencia, se lleguen a beneficiar otras congregaciones de la ciudad; y «extensible». En este sentido, apunta que ya está en mente crear un economato social en Talavera y que les han llegado peticiones también de Illescas.

En esta tienda no se maneja dinero en efectivo. Los beneficiarios emplean un vale que les entregan en las parroquias y cuya cuantía varía en función de su situación personal. Próximamente, empezarán a usar una tarjeta de prepago de La Caixa con la que se busca ahondar más en esa idea de dignificar la ayuda.

Uno de los voluntarios, Narciso, destacaba lo satisfechos que se muestran los usuarios con esta nueva manera de recibir ayuda. En sus siete años colaborando con Cáritas, asegura que en los últimos ha aumentado de forma significativa la cifra de personas que se encuentran en situación de pobreza. «Si antes sólo atendíamos a inmigrantes, desde hace dos años también es habitual ver a españoles». El perfil suele ser el de gente que viene siendo ayudada por Cáritas desde hace tiempo, que están en desempleo y, en algunos casos, que proceden de familias desestructuradas.

Junto al economato, Cáritas tiene su almacén de recogida de ropa al que llegan a diario dos furgonetas cargadas de prendas para ser guardadas en dos roperos, uno para las usadas y otro para las nuevas.

Ambas instalaciones reciben el nombre de Centro Beato Cardenal Sancha, quien fuera arzobispo de Toledo y de quien se sabe que iba en burro por las calles de la ciudad repartiendo ropa y alimentos entre los pobres.

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