El portavoz adjunto de UPyD, Andrés Herzog, ha reivindicado el espacio político de su partido frente a los dos bloques que, en su opinión, han formado el PSOE con Podemos y el PP con Ciudadanos.
En una rueda de prensa en Toledo, Andrés Herzog ha asegurado que UPyD nació para hacer frente a dos partidos que se alternan en el poder pero que «hacen las mismas políticas».
En este contexto, ha calificado de «preocupante» que las nuevas formaciones surgidas se hayan sumado al bipartidismo, formando dos bloque, «uno conservador y de derechas con PP y Ciudadanos y otro a la izquierda con PSOE y Podemos».
Herzog ha criticado que estos partidos hagan «la política de siempre, la del sectarismo y las trincheras», por lo que ha considerado que UPyD ahora «es más necesario que nunca» como «garantía de limpieza en las instituciones».
El dirigente magenta ha reconocido que el partido ha pasado por «momentos complicados» tras las elecciones en Andalucía frente a los que ha destacado la «ilusión y el esfuerzo» de sus 9.455 candidatos, 2.215 más que en 2011, para las municipales y autonómicas del 24 de mayo.
«CRECEMOS DE UNA FORMA LIMPIA»
Ha defendido, además, que UPyD no haga «fichajes ni absorciones de partidos locales» porque «crecemos de una forma limpia, con nuestra propia gente».
En el caso de Castilla-La Mancha, ha destacado que tienen candidatos que cubren el 44,44 % de la población, «prácticamente el doble que hace cuatro años», y ha mostrado su convencimiento de que UPyD «va a estar» en las Cortes regionales y en «muchos Ayuntamientos», donde «vamos a ser condicionantes».
Ha denunciado que «con la excusa de la crisis económica» en Castilla-La Mancha se ha producido un «recorte de la democracia» con la nueva ley electoral que reduce a 33 el número de diputados en el parlamento regional.
En la misma línea, la coordinadora regional de UPyD y candidata a a la presidencia de la Junta de castilla-La Mancha, Celia Esther Cámara, ha rechazado que vaya a haber mayorías absolutas, «a pesar de lo que digan algunas encuestas cocinadas», porque «la gente quiere alumbrar un nuevo cambio» después de cuatro años de «destrozo absoluto de los servicios públicos».