El CD Tenerife no superó (0-0) a La Roda, en un partido en el que derrochó intensidad, pero en el que careció de acierto ante la portería rival. El conjunto manchego se convirtió así en el primer equipo en arrancar un punto en la Isla desde la llegada de García Tébar al banquillo local, algo que no consiguieron, entre otros, Albacete o Castilla. Lo hizo con un planteamiento netamente defensivo, que dejó sin respuesta a los blanquiazules a los que, no obstante, el punto les sirve para consolidarse en la zona de eliminatorias de ascenso, aunque el líder aumenta su ventaja al vencer al Rayo B, próximo rival tinerfeñista.
El partido, eso sí, sólo tuvo una dirección, de acoso y derribo a la meta visitante. La presión de La Roda dificultó siempre el juego en mediocampo. El grupo de García Tébar nunca sufrió en su área, pero le costó llegar a la portería adversaria. Aún así, obligó a intervenir con acierto a Bocanegra en la media hora inicial para detener dos remates de Chechu (minuto 11) y Kike López (minuto 25) que se iban a la escuadra. Fueron sus mejores paradas en todo el encuentro.
El resto de ocasiones de gol llegó a balón parado, en acciones en las que Pablo Sicilia impuso su potencia de salto, aunque no pudo concretar ninguno de sus cabezazos. A la media hora de juego, el CD Tenerife ya había optado por adelantar a Víctor Bravo y desplazar a la banda izquierda a Kike López, que actuó inicialmente como acompañante de Perona en ataque. Tampoco fue la solución, porque la pareja Marcos–Luismi Loro nunca se impuso en el centro del campo, donde Jesús y Espínola se bastaron para bloquear la creación local, apoyados por la solvencia de Chupi, un central de jerarquía.
En la segunda mitad no cambió la dinámica del partido: La Roda se limitó a defenderse, ante un CD Tenerife que buscaba siempre un hueco en la muralla manchega. Y aunque en este segundo período tuvo algo más de llegada, no obligó a intervenir a Bocanegra.
La Roda no se descompuso y los cambios ordenados por Cabezuelo, todos ellos en los 10 minutos finales, buscaron más refrescar al equipo y perder tiempo que hacer daño a los locales.