No, de ninguna manera hay derecho al vacile que se trae Muface con más de un millón y medio de funcionarios y sus familiares desde hace unos meses, desde cuando las aseguradoras Adeslas y DKW dijeron que dejarían de prestar sus servicios si el Estado no aumentaba la oferta para continuar prestándolos. Que sufrían fuertes pérdidas. Ha habido unas fechas para licitar, ha habido cambios de fechas en la licitación, ha habido mucha confusión, mucha indecisión y, sobre todo, está sobrando el vacile que el ministro de la Función Pública, Óscar López Águeda, y Mónica García Gómez, titular de Sanidad, emplean con esa cantidad de funcionarios, muchos de ellos personas muy mayores y bastantes con enfermedades y tratamientos crónicos que ven con congoja cómo pueden cambiar sus vidas en un futuro inmediato.
Debo confesar y así lo escribí en este mismo medio que, como optimista que soy, predecía que quizá para Reyes el asunto se podría haber solucionado. Pero no está siendo así. Las posiciones continúan enrocadas. El Gobierno no quiere soltar más de lo que ha dado o está dispuesto a poner poco más. Y por parte de las aseguradoras que, a veces, funcionan como una mafia y pretenden ganar mucho dinero, forrarse y enriquecerse más sin importarle un bledo lo que ocurra con miles de personas de ahora en adelante.
A los funcionarios se les ha dejado solos, a los pies de los caballos de la ministra de Sanidad y de su grupo Podemos y Sumar, que realmente están a punto de conseguir lo contrario que restar. Si estábamos bien, si había y sigue habiendo unos plazos para que nos podamos cambiar a la Seguridad Social, por qué tocarlo. Es decir, lo que funciona, si está bien, déjenlo y apliquen el tiempo y los recursos en otros aspectos y campañas que son muy necesarios para el país. Es como si alguien pretendiera pasar a la posteridad por haber realizado algún cambio significado.
«Estamos preparados»
Esta es una frase muy manida entre los consejeros de Sanidad o autoridades de algunas regiones cuando dicen banalmente que “estamos preparados para absorber a los funcionarios de nuestra región si fracasa Muface”. Y se quedan tan tranquilos No se lo cree ni la ropa que llevan puesta. De manera que hay escasez de médicos, de camas, de especialistas y personal que sepa manejar ciertos aparatos y están preparados para absorber, por ejemplo, 50.000 funcionarios de CLM. Ya digo, no se lo creen ni ellos. Ahora, la última o penúltima palabra- casi seguro que habrá alguna más- es que el plazo para entrar a licitar y escuchar ofertas por parte de Muface es el 27 de enero.
Por otro lado, los sindicatos tampoco ofrecen una postura muy clara al respecto. Anpe, Fete-Ugt, Comisiones Obreras y STES no se han pronunciado con rotundidad y han dejado el muerto a sus afiliados. Es la postura más cómoda. CSIF, por aquello de que son independientes, son los que protagonizaron la concentración de 50.000 personas en Madrid constituyendo sin duda un éxito la convocatoria.
CSIF CLM cree que «el Sescam no está preparado para absorber a los 50.000 mutualistas de Muface»
Y cuidado, que si ahora la sanidad pública funciona con los mimbres que tiene como funciona, díganme cómo va a poder trabajar con los funcionarios que les puedan llegar. Es de aplicar aquí aquella máxima de “virgencita, virgencita que me quede como estoy”. Sigo pensando que el problema tiene una raíz política y deberían ser los políticos los que resuelvan la situación. Para eso se supone que les pagamos ya que se presentaron voluntariamente a las elecciones.