«Más que un desaire al Gobierno, es un paso más en la estrategia de Junts, que no es oculta, no es secreta, se quiere cargar el país, el Estado, se quiere cargar la convivencia española, a estas alturas es evidente». Así ha respondido el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, al ultimátum que ha lanzado Puigdemont y el no anunciado por Junts a las votaciones que se van a producir esta tarde en el Congreso de los Diputados, cree que es «humillante y deprimente» que se tengan que «ir arrastrados Suiza» para intentar sacar adelante el techo de gasto y las demás propuestas, después del viaje que hizo el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, a negociar con el líder independentista.
«Sigue queriendo tener el mando a distancia», ha explicado Page a preguntas de los periodistas en Fitur, donde ha reclamado que no se ponga la Moncloa «en alquiler». «Que sepan los independentistas que me voy a dejar la piel para que sepan que muchos no aceptamos que la Moncloa sea un edificio en alquiler, porque Puigdemont busca es que quede claro que la Moncloa es un edificio en alquiler y además como ahora, con los alquileres subiendo».
Así, se ha mostrado pesimista con que salgan adelante los Presupuestos Generales del Estado este 2025, pero cree que es más importante que salga adelante el techo de gasto, porque afecta al resto de administraciones, «también a la Generalitat, el techo de gasto y la senda de déficit son necesarios para que no nos pongan a todos un corpiño, un corsé apretado realmente en espera de que salga adelante la amnistía que es más bastante humillante y deprimente».
«Illa está marcando un ambiente infinitamente diferente»
Preguntado sobre la vuelta de la sede social de Sabadell a Cataluña, Page ha dicho que, como cuando se fue, no quiere entrar en la «libertad de empresa», si bien ha querido puntualizar que «es evidente que Illa (Salvador) está marcando un ambiente infinitamente más respirable de convivencia en Cataluña».
La legislatura, «un laberinto sin salida»
Al presidente regional le han preguntado sobre si le ve futuro a la legislatura, siguen pensando que es un «laberinto sin salida». «Creo que ni siquiera el presidente del Gobierno, y lo lamento por él mismo a título persona, porque esta situación es torturarte para cualquiera, nadie tiene certeza de por dónde salir, que se puede acabar, sí, ni que la salida sea honrosa y razonable», ha subrayado, para añadir que «nadie sabe cómo salir del laberinto, nos metimos en él y ahora lamentablemente no creo que nadie sepa cómo salir».
El PSOE cada vez que se deja llevar de los que quieren romper la Constitución obviamente se coloca en la periferia de la constitución, obviamente, pactar, acostarse, casarse con aquellos que quieren romper la constitución y con los que la niegan, sinceramente nos llevan a tensionar la constitución, con lo que tiene de bueno y lo que tiene de mejorable. Dije que estamos en un laberinto sin salida, y el problema son las compañías políticas, no quiero que sean las compañerías empresariales.