El Gobierno de Castilla-La Mancha ha iniciado en nueve centros de salud de la Gerencia de Atención Integrada de Ciudad Real la aplicación del protocolo diseñado desde el Sescam para la puesta en marcha de un programa de cribado de retinopatía diabética dentro del Plan Regional de Prevención de la Ceguera.
El director gerente del Sescam, Alberto Jara, ha visitado hoy el Centro de Salud de Almagro (Ciudad Real), para conocer el desarrollo de este programa cuyo objetivo es poner en manos de los profesionales de Atención Primaria la detección precoz y derivación a los servicios de Oftalmología de aquellos pacientes con retinopatía diabética que necesiten tratamiento, reduciendo así la pérdida visual.
Este plan arrancó el pasado 20 de enero de manera piloto en la Gerencia de Ciudad Real, en los Centros de Salud Ciudad Real 1, 2 y 3, Miguelturra, Calzada de Calatrava, Porzuna, Villarrubia de los Ojos, Almagro y Daimiel 2. Tras una evaluación para identificar áreas de mejora, y una vez que se considere que el arranque es correcto, se procederá con la implementación en el resto de la región.
Reducir la disminución de la agudeza visual
Para desarrollar este programa, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha adquirido un total de 85 retinógrafos no midiátricos, por un importe de 2,5 millones de euros (procedentes de los fondos para las estrategias 2022 del Ministerio de Sanidad), que han sido distribuidos en otros tantos centros de atención primaria.
Además, se ha impartido un completo programa de formación a los profesionales médicos y de enfermería que lo van a llevar a cabo.
Tal y como ha explicado Jara, los objetivos de este programa de cribado pasan por promover la detección precoz de la retinopatía en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 para reducir la disminución de la agudeza visual y la incidencia de ceguera; detectarla en fases iniciales para que los pacientes puedan beneficiarse de intervenciones eficaces que retrasen su evolución; y facilitar la accesibilidad de estos pacientes desde las consultas de Atención Primaria con el fin de disminuir tiempos de espera y evitar desplazamientos innecesarios.
Hasta ahora, el cribado de esta patología se hacía de forma presencial en las consultas hospitalarias de Oftalmología. El paciente era derivado por el médico de familia; acudía a la consulta, se le tomaba la agudeza visual, presión intraocular, se realizaba refracción si era necesario, se le dilataba la pupila y se le estudiaba el fondo de ojo.
Si el resultado era normal era dado de alta y continuaba controles por su médico de familia, quien lo volvería a remitir cuando correspondiera según protocolo. El 70 por ciento de los pacientes no presentan alteraciones retinianas.
«Seguimos avanzando en nuestra apuesta por dotar de mayor capacidad resolutiva a nuestros profesionales de Atención Primaria, lo que nos va a permitir ampliar la cantidad de pacientes revisados en una sesión, optimizando los recursos sin merma de la calidad asistencial y al mismo tiempo mejoramos la calidad de vida de los pacientes evitándoles desplazamientos», ha indicado el gerente del Sescam.
Teleoftalmología
Para ello, el Sescam ha apostado por la teleoftalmología basada en la retinografía con cámara no midiátrica por las ventajas que aporta. Por un lado, por su alta eficacia diagnóstica, ya que desde Atención Primaria se puede realizar el cribado incrementando así la cobertura poblacional sin comprometer la calidad del diagnóstico.
Asimismo, tiene menos efectos secundarios, ya que permite capturar imágenes de alta calidad de la retina sin la necesidad de utilizar midriáticos, ahorrando tiempo y reduciendo las molestias asociadas con la dilatación.
Además, mejora la accesibilidad y cobertura, especialmente en áreas rurales y se consigue mayor eficiencia en el uso de recursos, ya que las imágenes capturadas pueden ser evaluadas de manera remota. Esto asegura que los pacientes reciban un diagnóstico preciso y un seguimiento adecuado.
«En una comunidad autónoma como la nuestra con gran dispersión geográfica, población envejecida, y un alto porcentaje de población diabética, la implantación de retinógrafos en Atención Primaria y contar con profesionales adecuadamente formados para el uso de los mismos, tendrá un efecto verdaderamente disruptivo en la detección precoz de la retinopatía diabética y la prevención de los problemas derivados de ella, y alineará a la región con los objetivos de la Estrategia en Diabetes del Sistema Nacional de Salud», ha señalado Jara.
Desarrollo del programa
En principio, el desarrollo del programa de cribado se realizará de manera oportunista, es decir, captando al paciente cuando acude al centro de salud por cualquier otro motivo. Serán susceptibles de inclusión todos los pacientes con diabetes Mellitus tipo 2 que no se encuentren ya en seguimiento activo por el servicio de Oftalmología por retinopatía diabética o por otro problema oftalmológico crónico.
Los profesionales del centro de salud serán los responsables de informar al paciente seleccionado de las ventajas y riesgos de este programa y en caso de que acepte participar, se activará el protocolo de retinopatía diabética. En caso de participación, una vez activado el protocolo, se citará al paciente en la agenda específica establecida en el centro de salud de referencia para la realización de retinografía.
Tras la aceptación del paciente, será el personal de enfermería formado el encargado de realizar la retinografía. Una vez realizada la prueba, la lectura y análisis de la misma correrá a cargo de los médicos de familia específicamente formados, con el respaldo del servicio de Oftalmología. Los pacientes con imágenes anormales serán derivados al servicio de Oftalmología para valoración y seguimiento.
«En Castilla-La Mancha apostamos y estamos comprometidos con trabajar en proyectos que aporten un mejor valor a los ciudadanos. En este camino, y teniendo líneas estratégicas claras, estamos convencidos de que encaminarnos a la prevención y la promoción, a proporcionar mejor calidad de vida, siempre nos dirigirá a experiencias de éxito», ha destacado Jara.
Este proyecto regional está siendo desarrollado por un grupo motor formado por profesionales de todas las gerencias, Direcciones Generales de la Atención Primaria, de Hospitales y Salud Digital y del comité de historias clínicas. Tal y como ha señalado el gerente del SESCAM, «trabajar en procesos desde la continuidad asistencial y la integración de los procesos es el camino para generar valor y unos resultados que buscan mejorar la salud de los ciudadanos».