El presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha lamentado este martes la decisión «sectaria y populista» que a su entender adoptó el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, al suprimir el premio nacional de tauromaquia y ha confiado en que en el futuro pueda volver a incorporase al resto de galardones que entrega el Ministerio.
Page ha realizado estas declaraciones este martes, antes de que el jurado del Premio Nacional de Tauromaquia 2024 se haya reunido a deliberar en la sede de la Presidencia de Castilla-La Mancha, en Toledo, en la primera edición de este galardón que se entrega tras la decisión del Ministerio de Cultura de eliminar dicho premio, que se entregaba desde 2013, tras la declaración de la tauromaquia como Patrimonio Nacional en el país.
En esta edición, el premio está convocado por el Senado, la Junta de Andalucía, Cantabria, Región de Murcia, Comunitat Valenciana, Gobierno de Aragón, Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Junta de Extremadura, Comunidad de Madrid, Junta de Castilla y León y la Fundación Toro de Lidia.
Para el presidente castellanomanchego, la democracia es «la participación de todos, de mayorías y de minorías, pero la decisión de mayorías» y por ello, ha considerado que el Ejecutivo, si bien debe escuchar «todas las opiniones y sensibilidades», debe conducirse «con la ética de las mayorías».
La importancia social y económica del mundo del toro
En este sentido, se ha mostrado convencido de que «entre los aficionados, los medio aficionados y la gente que respeta el mundo del toro aunque no tenga la voluntad de ver una corrida o asistir a un evento», suman una «amplia mayoría». «Una cosa es escuchar, atender, ser permeable y otra es que termine mandando la minoría, porque no deja de ser una minoría quien puede plantear de manera sectaria la desaparición del toro en España», ha afirmado García-Page, que ha recordado que la decisión «populista y electoralista» de suprimir el premio nacional de tauromaquia se «tomó a las puertas de las elecciones europeas».
Y ante esa «imposición de una opinión minoritaria», Page ha celebrado que hubo una reacción «en cadena» de gobiernos autonómicos y del Senado. Con todo, ha confiado en que esta forma del premio nacional de tauromaquia sea «transitoria», ya que ha solicitado que estos galardones vuelven a incorporarse a todos los premios que otorga el Ministerio de Cultura, y que son unos treinta.
«Es un poco absurdo cuando las cosas se hacen con telarañas intelectuales«, ha opinado García-Page, que ha defendido que la tauromaquia no generó controversias durante la Transición, que fue una época de «consenso y acuerdo» e incluso ha afirmado que es propio de una «sociedad moderna» la defensa de la propia identidad, como este caso lo es la cultura del toro.
El presidente castellanomanchego también ha puesto de manifiesto la importancia socioeconómica del sector en la región, ya que el mundo del toro genera en la comunidad autónoma unos 10.000 empleos, entre directos e indirectos, y ha subrayado que Castilla-La Mancha, donde «en muchos pueblos desaparecerían las fiestas patronales si desaparecieran los festejos taurinos», hay once escuelas taurinas.
La Fundación Toro de Lidia
Por su parte, el presidente de la Fundación Toro de Lidia, Victorino Martín, también ha afeado la decisión que «de forma sectaria» adoptó Urtasun al «abolir, quitar, suspender» el premio nacional de tauromaquia, una medida tomada «de manera unilateral» que provocó una reacción «tremenda» de la sociedad civil, que se plasmó en una iniciativa para recuperar los premios, que se fallan este martes.
De este modo, Martín ha agradecido a las nueve comunidades autónomas y al Senado que «hayan dado este paso adelante en defensa de la diversidad cultural, la democracia y, en definitiva, la libertad».