Al presidente de Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía (C’s), Albert Rivera, ese joven político que se define como liberal-progresista pero que encarna a una derecha moderna y moderada, aunque a veces puede dar la falsa sensación de que encaja en la izquierda, se le ha calentado la boca y ha provocado una buena polémica. No es la primera vez que le ocurre. Pero también les sucede a otros políticos, sobre todo en campaña electoral: con demasiada frecuencia sueltan por su boca algunos disparates y después tratan de matizar y aclarar sus meteduras de pata, habitualmente sin conseguirlo.
La última ocurrencia de Rivera ha sido afirmar que la regeneración política y el cambio que necesita España «pasa por gente nacida en democracia, que no tenga mochilas, que no tenga dinero en Suiza ni casos de corrupción». Es decir, que solo quienes hayan nacido después de 1978, que ahora tienen como máximo 37 años, están preparados para llevar a cabo ese cambio y para gobernar en España, en sus comunidades o en sus ayuntamientos. ¿Acaso insinúa que todas las personas que participan en la vida política llevan algo negativo en la mochila de su pasado, tienen dinero en Suiza y, además, están implicados en casos de corrupción?
Después ha matizado sus palabras, pero el hecho de que las haya pronunciado ya es preocupante, porque demuestran muy poco respeto hacia decenas de miles de personas mayores -según el curioso criterio del líder de C’s- que han contribuido mucho más que él a traer la democracia y las libertades a España. Y eso siempre hay que respetarlo.
¿TIRAR A LOS MAYORES A LA BASURA?
La secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, se ha preguntado con ironía, dirigiéndose a Albert Rivera y Ciudadanos: «¿Qué van a hacer entonces con nuestros mayores? ¿Tirarlos a la basura?».
El coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, ha recomendado a «este joven con ideas tan viejas» que reciba unas clases de Historia «para que aprenda que él goza de libertades para decir estas cosas porque hubo gente en este país que se la jugó, y nosotros nos sentimos herederos y herederas de esa gente y su lucha». Y tanto que se la jugaron, hasta el punto de que hubo quien pagó con muchos años de cárcel e incluso con su vida.
Eso de pensar que quienes pasan de los cincuenta o cincuenta y pico años –o de los 37, según el listón de Albert Rivera- ya no sirven para algunas actividades es un lamentable error que no sólo defienden algunos recién llegados a la vida política sino determinados empresarios.
DESPEDIR A LOS VETERANOS
En el periodismo, por ejemplo, donde es tan necesario que trabajen profesionales con experiencia y con fuentes informativas junto a otros más jóvenes, ha habido importantes medios de comunicación que han aprovechado la crisis económica para despedir a los trabajadores más veteranos, simplemente porque tenían sueldos más elevados y así abarataban el coste de la plantilla, olvidándose de que con esa medida han perjudicado seriamente la calidad del producto informativo que ofrecen cada día a los ciudadanos.
Ni todo lo joven es bueno simplemente por ser joven ni todo lo maduro es malo e inútil sólo por tener más años, tanto en las empresas como en la política o en cualquier otro ámbito de la sociedad. Lo mejor es una adecuada combinación de ambos elementos. Y lo mejor para los políticos sería que, antes de hacer determinadas afirmaciones, pensaran un poco para no decir disparates que después se ven obligados a matizar.
CANDIDATOS CASI DESCONOCIDOS
Albert Rivera, a cuyos desconocidos candidatos en Castilla-La Mancha van a votar muchos electores, para las Cortes regionales y los ayuntamientos –según pronostican las encuestas, aunque pueden equivocarse-, no es el único político que dice cosas de las que luego tiene que arrepentirse. Pero su última metedura de pata ha sido tan sonada que, auque les pese a sus seguidores y posibles votantes, se ha hecho merecedor de las críticas que ha recibido desde los demás partidos políticos. Así es la democracia… afortunadamente.
No es la primera vez que este joven político, nacido hace 35 años en Barcelona, dice algo polémico; pero en esta ocasión se ha superado a sí mismo. Como le han recordado desde la izquierda y la derecha, debería saber que ser decente o no, corrupto o no, es algo que no depende de la edad.
Las encuestas pronostican que C’s tendrá cuatro o cinco diputados en las próximas Cortes castellano-manchegas. Habrá que esperar hasta la noche del 24 de mayo para comprobarlo pero, a simple vista, parecen demasiados escaños para un partido político que no tiene ninguna estructura en esta comunidad y que ha tenido dificultades para poder presentar las candidaturas. Pero todo es posible en política, porque hay quien vota a la marca del partido político, aunque desconozca su programa electoral y prefiera olvidar algunas propuestas sorprendentes que plantean sus líderes.
Y EN CASTILLA-LA MANCHA…
El candidato del PSOE a presidir el Gobierno regional, Emiliano García-Page, ha anunciado que, si gana las elecciones, hará que los debates electorales de los distintos candidatos durante la campaña sean obligatorios por ley.
Es una propuesta necesaria y de sentido común. A ver si la presidenta regional y candidata del PP, María Dolores de Cospedal, y los candidatos de los demás partidos la comparten y hacen posible que se celebre un debate público ya para estas elecciones del próximo 24 de mayo. Todavía están a tiempo. Sería una buena señal de que han entendido lo que quiere la ciudadanía, que lo agradecería mucho.