El Toledo se derrumba al final, el Conquense desahuciado desde hace muchas jornadas, la Roda se salva, el Socu se sale y el Depor se ilusiona. Balance desigual, tirando a bueno, de los equipos castellano-manchegos de la Segunda División B.
Empezando por lo peor, la UB Conquense, desgraciadamente, lo tenía claro desde hacía muchas jornadas: lo que mal empiea casi siempre acaba mal. Así, ocupante de la última posición de manera destacada, solo mejoró en los últimos partidos, con todo ya irremisiblemente perdido, cuando ya era demasiado tarde.
Su técnico, Álvaro Martínez, señalaba en una entrevista a la página web del club que él cree que tiene un buen equipo, competitivo, que si por él fuera se quedaría con la mayoría de los jugadores y que había plantel para permanecer en la categoría de no ser por una mala racha de resultados. La UB Conquense acabó colista con 30 puntos, a siete del penúltimo, el Trial Valderas.
Y qué decir del Toledo: hasta a poco del final, mantenía toda la «chance» no solo para jugar la Copa del Rey, sino para meterse en los play-off, pero un míser punto de los 12 últimos echó por tierra el trabajo de toda una temporada de los de Visjnic. Este, al final, habló de «gran decepción», de que le dolió más no meterse en el play-off con el Toledo que con el Fuenlabrada, que no supo extraer el máximo de una «buena plantilla», que encajar más de 50 goles (54) ha sido una losa, y que, no obstante, no le ha sido fácil trabajar cuando le «querían echar en la quinta jornada».
Por último, justificó en parte el fiasco por «las lesiones y los problemas de cobros». El Toledo ha acabado noveno con 57 puntos, a tres de los play-offs.
En cuanto al Socuéllamos, qué decir de un equipo que estrenaba categoría, quedando octavo con 58 puntos, por delante del histórico Toledo, coqueteando al final con la Copa, aunque se haya quedado sin ella. El Yugo comenzó bien, ha seguido bien y ha terminado mejor. Su temporada ha sido apoteósica, llegando a la gloria machacando al Toledo por 4-0.
Sabiendo siempre lo que hacer, a lo que juega, muy serio, consciente de sus limitaciones, ha terminado por que sus virtudes superen a aquellas. Ha hecho de su casa un fortín. Lo dicho, una gran temporada, la primera.
Por su parte, el Deportivo Guadalajara terminó lo que amagaba, no como el Toledo. Agarró las primeras plazas como una lapa y ya no las soltó. Aun sufriendo una barbaridad en la última jornada en casa contra el Rayo B, logró el punto que le faltaba (61) para terminar terceros. Tiene mucho mérito lo de este equipo que perdió la Segunda División en los despachos por una defectuosa ampliación de capital denunciada por la Liga y fallada por los tribunales, y ha recuperado la ilusión de los play-offs por recuperar en el campo lo que perdió fuera de él.
El Depor ha sido un equipo competitivo, sólido, que solo ha perdido nueve partidos (únicamente el Ahtletic B ha perido uno menos).
Por último, La Roda se zafó de la promoción de descenso en la última jornada, in extremis, empatando a poco del final, en el campo del Cartagena. Los rodenses hicieron un buen partido, estuvieron muy solventes, manteniendo la sangre fría. La Roda siempre estuvo en los puestos delicados de la tabla, en un curioso ejercicio de terquedad en la cuerda floja. Pero lo logró: un puntito y cuádruple empate que le ha beneficiado. Y segunda temporada seguida en la categoría de bronce del fútbol español.