Izquierda Unida de la provincia de Ciudad Real ha expresado su rechazo a la implantación de doce plantas de biometano proyectadas en diferentes municipios de la provincia, pues ha denunciado que no se ha contado con la participación y el consentimiento de los vecinos afectados.
El coordinador provincial de IU, Jesús Manchón, ha subrayado que si bien la formación siempre ha defendido las energías renovables y la economía circular como pilares para una transición ecológica justa, la instalación de infraestructuras energéticas no puede llevarse a cabo sin un análisis previo del impacto ambiental y social, ni sin la participación activa de la ciudadanía.
A juicio de Manchón, el descontento de los habitantes de municipios como Llanos del Caudillo, Valdepeñas, Argamasilla de Calatrava, Carrión de Calatrava, Caracuel de Calatrava, Manzanares, Membrilla, Torralba de Calatrava, Campo de Criptana y Socuéllamos –donde se proyectan dos plantas– «evidencia que estas iniciativas responden a intereses privados y no a las necesidades de la población», ya que dan prioridad al beneficio económico sobre la calidad de vida de los vecinos.
Manchón ha achacado a la «falta de transparencia en la toma de decisiones» la desconfianza generada en torno a estos proyectos y por ello ha solicitado que la Junta de Comunidades que detenga la tramitación de estos proyectos hasta que se garantice un «proceso democrático con consultas públicas y estudios rigurosos» sobre su viabilidad sin afectar a las poblaciones implicadas.
“Nos reafirmamos en nuestro compromiso con las energías limpias, pero estas deben implementarse desde la planificación, el diálogo y el respeto hacia las comunidades locales. Una transición ecológica justa no puede imponerse, sino construirse colectivamente”, ha concluido Manchón.