Ciento cincuenta tipos de dulces realizados en 48 monasterios de toda España van a ser la tentación de quienes visiten, a partir de hoy -1 de junio- y hasta el sábado, la cuarta edición de la Feria de Dulces de Monjas ‘Ora et Labora’ de Talavera de la Reina.
Entre los participantes están las religiosas Bernardas de Talavera, la única comunidad dedicada a la elaboración de repostería en la ciudad y que llevarán sus magdalenas, tejas, hojaldres, rosquillas, pastas de azúcar, bernarditos y brazos de gitano, que es precisamente el producto elegido para su degustación esta tarde, en la inauguración.
Las madres Bernardas disponen de un obrador en el monasterio cisterciense de la Encarnación, ubicado en el casco antiguo de la ciudad, y todos los años participan en esta propuesta promovida por la parroquia talaverana Jesucristo Redentor.
Una de las monjas de esta pequeña comunidad religiosa, es la más pequeña de la ciudad con apenas diez monjas, ha dicho a Efe: «tenemos que ganarnos la vida y ayudar a los más necesitados».
Esta religiosa ha reconocido que la forma de trabajar ha cambiado mucho en los últimos años, en los que poco a poco han ido ampliando su obrador con una amasadora, un horno eléctrico y un fermentador para los roscones, que ha sido «la última adquisición».
Y es que las madres Bernardas también elaboran roscones de Reyes y marquesitas en Navidad, además de tartas y empanadas por encargo, y pastas de azúcar ‘de la casa’ que cada año les solicita el Ayuntamiento para repartirlas en los diferentes barrios de la ciudad tras el pregón del Leño Florido que da inicio a la fiesta de las Mondas.
Según esta monja, «entre los dulces que más se venden y más gustan están las magdalenas«, elaboradas a base de leche, harina, azúcar y huevos frescos, que no suelen ser los que les llevan las familias para que no llueva cuando hay una boda puesto que «la gente ahora ni se casa, así que no nos traen muchos», comenta.
La Feria ‘Ora et labora’, que se instala en la Galería de Arte Cerdán, es de carácter benéfico y pretende dar a conocer la vida monástica y recaudar fondos que revierten en las comunidades participantes y en apoyo de la parroquia Jesucristo Redentor, que es «la más pobre y pequeña de la ciudad» y atiende a tres barrios obreros: el Paredón, San Antonio y Santa María.
Así se lo ha explicado a Efe su párroco, el padre David Manuel Rodríguez, quien ha agregado que el pasado año se consiguieron más de 4.000 euros para los monasterios gracias a esta iniciativa.
48 COMUNIDADES DE VIDA CONSAGRADA DE TODA ESPAÑA
En esta cuarta feria participan 48 comunidades de vida consagrada de toda España, 13 más que en la pasada edición, lo que, en su opinión, supone «un aumento considerable».
De ellas, 15 pertenecen a la Archidiócesis de Toledo y el resto proceden de Extremadura, Andalucía, Navarra, País Vasco, Cantabria, Madrid, Castilla y León o Valencia, entre otras comunidades, además de monasterios de Grecia, Corea, India y China.
Todas ofrecerán productos artesanos elaborados en las clausuras de los monasterios -varios de ellos de monjes- tales como carne de membrillo, mermeladas, vinos, licores, mistela, empanadas, quesos, rosarios e imaginería religiosa, además de un amplio surtido de dulces, también aptos para celíacos y diabéticos.
El padre David ha hecho un balance «muy positivo» de esta propuesta en la que se pueden encontrar «productos artesanos de primera calidad de toda España en un mismo lugar».
La feria estará abierta hasta el sábado día 6 en horario de mañana y tarde, y estará amenizada con actuaciones musicales a partir de las 21:00 horas y lectura de poemas de Santa Teresa de Jesús con motivo del quinto centenario de su nacimiento.