Agustín Yanel
Isabel Díaz Ayuso ya ha demostrado con muchas de sus provocadoras declaraciones su falta de humanidad y de empatía con las familias de las miles de personas que murieron en las residencias de mayores de la Comunidad de Madrid, durante la primera ola de la Covid-19, sin ser trasladadas al hospital por orden expresa de su Gobierno. Ahora, al cumplirse cinco años de aquella pandemia mundial, la presidenta madrileña se ha superado a sí misma con un comportamiento ruin, presumiendo de su gestión, manipulando datos e intentando utilizar en su provecho a Televisión Española.
A la presidenta de la Comunidad de Madrid no le ha gustado nada que Televisión Española haya emitido el documental 7.291, de Juanjo Castro, en el que hablan familiares de las víctimas. En él se concluye, con los datos oficiales que facilitó el Gobierno autonómico, que hubo ese número de muertes y que muchas de ellas se habrían evitado si hubieran sido trasladadas a hospitales cuando se contagiaron del coronavirus. Por eso, cuando TVE anunció que lo iba a emitir en La 2 y el Canal 24 horas, en el programa especial La pandemia que paró el mundo, ella intentó utilizar la televisión pública estatal como si estuviera a su servicio, lo mismo que hace desde que gobierna con Telemadrid, la radiotelevisión pública autonómica.
No aceptó ser entrevistada y envió a TVE un vídeo con sus declaraciones
El director de ese documental, Juan José Castro, que lo ha producido sin subvenciones ni ayudas públicas, invitó a Díaz Ayuso y al que era su consejero de Sanidad en aquellos meses, Enrique Ruiz Escudero, a ser entrevistados para esa grabación. Ni siquiera le respondieron. La presidenta también fue invitada por TVE a participar en el programa especial y no aceptó. Pero cuando TVE anunció esa emisión, ella grabó un vídeo de 10 minutos, lo envió a la televisión pública y pidió que lo emitieran en ese programa.
Díaz Ayuso inicia ese vídeo con un breve mensaje de cariño hacia todas las personas fallecidas, pero el resto de la grabación lo dedica a presumir de lo que ella hizo en Madrid, a decir que muchas veces obró en contra de las decisiones del Gobierno central y a poner su gestión de la pandemia como ejemplo mundial. Además, en su línea habitual, critica a Pedro Sánchez y asegura que el presidente adoptó varias medidas porque antes las había puesto en marcha ella.
No hace falta esforzarse mucho para imaginar qué pensarán de esas declaraciones las familias de quienes perdieron a sus mayores en las residencias, sin recibir la asistencia médica adecuada. Parece que las 7.291 personas que murieron en las residencias de Madrid en la pandemia, según datos oficiales de la propia Comunidad que ahora niega y reduce a 4.100, no le quitan el sueño a Isabel Díaz Ayuso.
La presidenta también pidió a TVE que emitiera en el citado programa otro vídeo, de algo más de cuatro minutos de duración, en el que hace un montaje con distintos titulares de periódicos y con declaraciones de Pedro Sánchez, del exministro de Sanidad Salvador Illa, del epidemiólogo y portavoz oficial durante la pandemia Fernando Simón y de ella misma, para desacreditar lo que hizo el Gobierno de España y colgarse medallas por lo que hizo ella. El PP de Madrid lo difundió en su cuenta de X (antes Twitter) con este mensaje: «A ver si RTVE emite también este vídeo sobre la penosa gestión de Sánchez en la pandemia».
«Un vídeo pregrabado no puede sustituir las preguntas de los periodistas»
La dirección de RTVE ha respondido como debería hacerlo siempre un medio de comunicación público ante las injerecias o presiones del poder político: le ha recordado a la presidenta madrileña que esa Corporación es «un medio de comunicación público, pero no gubernamental, por lo que debe preservar su independencia editorial»; que emitir un vídeo grabado por la Comunidad de Madrid «podría interpretarse como un intento de evitar las preguntas directas que puedan formular los profesionales de RTVE», y que «un vídeo pregrabado no puede sustituir las preguntas de los periodistas».
«La exigencia de emitir determinados contenidos, como nos solicita desde su Gobierno, constituye una intromisión indebida en la autonomía de la Corporación y podría suponer un uso instrumental del medio para fines ajenos a su función de sevicio público». «La jurisprudencia del Tribunal Constitucional ha señalado que los medios públicos no pueden convertirse en portavoces de ningún gobierno», ha comunicado RTVE en la carta a Díaz Ayuso.
Los «protocolos de la vergüenza» y el fracaso del hospital Zendal
En contra de todo lo que ya se ha demostrado que ocurrió, Isabel Díaz Ayuso niega que enviaran a las residencias los llamados protocolos de la vergüenza, en los que les decían que no debían derivar a hospitales a las personas mayores que tuvieran problemas de movilidad o deterioro cognitivo; dijo en la Asamblea de Madrid que esas personas se iban a morir aunque fueran trasladadas; no reconoce el fracaso del hospital Zendal, del que ha presumido como ejemplo para todos los países: se presupuestó en 51 millones pero costó 170 y en 2023 apenas tuvo ingresadas a medio millar de personas.
Y algo más: la presidenta prometió hace cinco años medicalizar las residencias, para que los mayores que estaban en ellas pudieran ser atendidos allí sin tener que llevarlos al hospital, y no lo ha hecho. La Justicia investigará lo que ocurrió, porque esta semana, cuando estaban a punto de prescribir estos hechos, la Fiscalía de Madrid ha interpuesto en un juzgado nueve denuncias -de las que habían presentado de manera conjunta 109 familias- para aclarar si alguna residencia no prestó la asistencia sanitaria necesaria por discriminación de esas personas.
Quien se dedica a la política y ocupa un cargo público debe reconocer los hechos y no crearse una realidad paralela. Si, además, no muestra humanidad con las víctimas y desprecia a la oposición cuando le pide explicaciones, como hace Isabel Díaz Ayuso, el cargo le viene grande.
Al final, la mejor promoción que recibió el documental 7.291 se la dio la propia Ayuso. Las audiencias sumadas de La 2 y el Canal 24 Horas llegaron al 15% de share y 1,3 millones de espectadores, cifras muy superiores a las habituales en las dos cadenas. Según TVE, la audiencia en la Comunidad de Madrid fue superior al 25% durante su emisión.