Es el momento de la diversión, el día antes del Corpus Christi en Toledo, aunque sea a costa de la Tarasca, ese monstruo que al final hace las delicias tanto de los niños como de los mayores.
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¿Quién no teme a la Tarasca? Pues prácticamente nadie. Tanto pequeños como mayores. La Tarascas, los gigantones… Son parte de la esencia del Corpus de Toledo, figuras alegóricas, la bestia… «Ese monstruo que tiene cuerpo de galápago, alas de vampiro y cabeza de serpiente, que desprende humo por la nariz», como bien le describió Rodríguez Bausá en su libro «Toledo insólito».
O la herejía vencida por la fe, en palabras de Julio Caro Baroja, una bestia del Apocalipsis con la anglosajona Ana Bolena, en forma de muñeca inquieta, justo encima, el cisma anglicano entre el rey Enrique VIII y los católicos…
Pues hoy ha vuelto a salir la Tarasca por las calles de Toledo…
Vean las imágenes de Rebeca Arango.