La Policía ha detenido ya a 17 personas, dos de ellas en Toledo, en la tercera fase de la operación abierta por la reyerta entre ultras del Riazor Blues y del Frente Atlético en la que murió el seguidor del Deportivo de La Coruña Francisco Javier Romero, alias Jimmy.
Dos de los detenidos están acusados de homicidio. Uno de ellos es menor y otro lo era en el momento de los hechos.
Fuentes de la investigación han señalado a Efe que catorce de las detenciones se llevaron a cabo en Madrid, dos en Toledo y una en Valencia.
La llamada Operación Neptuno continúa abierta, en espera de más arrestos en una cuarta fase.
Se trata, aseguran las fuentes, de un paso más en la investigación de la pelea multitudinaria que se produjo el 30 de noviembre en Madrid Río, en las inmediaciones del estadio Vicente Calderón, horas antes del partido que enfrentó al Atlético de Madrid y el Deportivo de La Coruña.
Por esa reyerta, en la que participaron unas 200 personas, la Policía detuvo en dos fases a 82 personas y cuatro de ellas ingresaron en prisión como supuestas autoras de la muerte de Jimmy, aunque el pasado mes de mayo el titular del Juzgado de Instrucción número 20 de Madrid ordenó su puesta en libertad al tener dudas de que participaran en los hechos.
Según la declaración de algunos esos testigos -un agente de movilidad y el autor de uno de los vídeos de los sucesos-, el primero en caer al río Manzanares tras la pelea no fue Jimmy, sino otro seguidor del Depor, que también cayó al río y que salió por su propio pie.
Pero la Policía mantiene su acusación sobre esos cuatro supuestos autores, a los que ahora suma otros dos de los detenidos hoy como supuestos implicados en los hechos que provocaron la muerte del hincha coruñés.
Es más. Los investigadores, según las fuentes consultadas, tienen claro que quienes tiraron al río tanto a Jimmy como al otro seguidor que sobrevivió fueron las mismas personas, pertenecientes al mismo grupo agresor, con una diferencia entre un hecho y otro de 43 segundos.
Aunque el juez dejó en libertad a los cuatro primeros acusados de la muerte, mantiene sobre ellos, no obstante, la imputación de participación en riña tumultuaria.
Ultras del Frente Atlético y de los Riazor Blues, apoyados por los Bukaneros del Rayo Vallecano, los Alkor Hooligans del Alcorcón y los Ultra Boys del Sporting de Gijón, habían quedado para pegarse a «mano abierta» -sin armas-, aunque, como se pudo constatar, los radicales utilizaron barras de hierro, bates, palos y todo tipo de elementos contundentes.
Once heridos y un muerto -el hincha del Dépor Jimmy a quien arrojaron al río tras propinarle una brutal paliza- fue el trágico resultado de esa pelea, organizada dos semanas antes por los «hombres de confianza» del Frente Atlético y de los Riazor Blues mediante contactos telefónicos.
Por estos hechos, la Policía detuvo a 82 personas en el marco de las dos primeras fases de la Operación Neptuno, aunque tan solo cuatro ingresaron en prisión y el resto quedó en libertad con cargos por un delito de riña tumultuaria y otro de desórdenes públicos.
El partido no se había declarado de alto riesgo y, por tanto, el dispositivo policial era el previsto para partidos no conflictivos: un centenar de agentes de Policía Nacional, entre antidisturbios, Caballería y guías caninos, así como por 60 agentes de la Policía Municipal.