Se llama Luis Miguel García-Marquina Cascallana, es natural de Tarancón (Cuenca) y en 2002 sufrió un accidente que le provocó una lesión medular. Desde entonces ha sido un ejemplo para sus compañeros del Hospital Parapléjicos de Toledo. Por este motivo y por su espíritu de superación es una de las personas anónimas que han recibido de manos del rey Felipe VI la Orden del Mérito Civil.
Según publica el diario El País, Luis Miguel, lejos de hundirse, ha hecho gala de una vocación de liderazgo solidario con sus compañeros del centro hospitalario. Además, terminó sus estudios de Derecho y abrió un despacho de abogados, profesión que compagina con la práctica del baloncesto en silla de ruedas en un club de Alcorcón.
Cuando se cumple un año de la subida al trono de Felipe VI, y en sintonía con la sobriedad que ha mantenido en este tiempo, la monarquía ha pretendido celebrar esta conmemoración reconociendo los méritos de personas que no ocupan cargos de relevancia.
De los 38 galardonados se ha valorado su compromiso personal y su contribución social. Así, además de Luis Miguel, en la lista aparecen profesionales que han destacado en su ámbito; un inmigrante que salvó a un anciano de un incendio y que, como consecuencia, sufrió graves quemaduras; o una mujer valenciana que apoya a mujeres que sufren violencia de género.