miércoles, 2 de octubre de 2024
Recibió del rey la cruz de la orden del mérito civil 23/06/2015junio 8th, 2017

El castellanomanchego Luis Miguel García-Marquina fue una de las 38 personas que recibió de manos del rey Felipe VI la cruz de la Orden del Mérito Civil, un galardón con el que la Casa Real reconoció los méritos y el espíritu de superación de personas anónimas que han destacado por su contribución social.

Luis Miguel recibiendo del rey la cruz de la Orden del Mérito Civil.


Este joven de 35 años no sale en los medios de comunicación, ni tiene un cargo de relevancia; es un abogado de Tarancón que atesora una vida de compromiso con los afectados por lesión medular desde que él, con tan solo 23 años, sufriera un accidente que le dejó en silla de ruedas. 

Al poco de terminar la carrera y de haber alcanzado títulos como el de campeón de Castilla-La Mancha y el de subcampeón de España en las modalidades de motocross y supercross, su vida dio un giro de 180 grados durante su participación en una carrera en Albacete. Un mal movimiento de la moto -ni siquiera fue una caída- le golpeó la columna vertebral y en cuestión de segundos tuvo que plantar cara a retos con los que jamás pensó que se iba a cruzar. «En un primer momento fue un shock, un mazazo; tan sólo tenía 23 años y llevaba dos ejerciendo la abogacía; estaba contento con mi vida». Tal y como asegura a Encastillalamancha.es fue un trance que le costó asimilar, «no tanto por la nueva situación, sino más bien por la desinformación, por no saber a qué me iba a enfrentar».

13 años después Luis Miguel afirma que «no cambiaría un solo instante de mi vida» pues «con el tiempo te das cuenta de que puedes hacerlo todo». Son experiencias que, añade, «te marcan un carácter» y que «han hecho que hoy sea lo que soy», convirtiéndose en la persona más joven en recibir la condecoración de la Orden del Mérito Civil. Nunca antes alguien de menos de 40 años había sido objeto de tal reconocimiento.

En este sentido, la Casa Real ha tenido en cuenta su vocación de liderazgo solidario con sus compañeros del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo y la fuerte vinculación que sigue manteniendo con el centro años después de su ingreso. Cuenta que al poco de ingresar en él entró a formar parte del equipo de baloncesto, en el que permaneció hasta su desaparición. Al margen del deporte y del programa de ciclismo adaptado cuya implantación está impulsando en el hospital, mantiene estrechos lazos con los profesionales sanitarios, con el equipo de dirección, con los psicólogos… Además, desde su despacho de abogados en Tarancón ayuda a muchos pacientes en sus litigios en los tribunales. En definitiva, una labor que califica como «muy gratificante» y que espera que sea permanente pues en Parapléjicos «he descubierto otros valores y otros sacrificios».

«CUANDO ME LLAMARON DE LA CASA REAL PENSABA QUE ME ESTABAN GASTANDO UNA BROMA»

Para Luis Miguel el acto del viernes, que coincidió con el primer aniversario de la subida al trono de Felipe VI, fue una ceremonia muy entrañable y emotiva. Tuvo la ocasión de saludar a los reyes y de comprobar en primera persona su cercanía.

Recibir la cruz de la Orden al Mérito Civil ha sido para él motivo de gran alegría y algo inesperado. «Me llamaron de la Casa Real y pensaba que me estaban gastando una broma. Nunca se me pasó por la cabeza que me pudiesen conceder este reconocimiento; ha sido toda una aventura».

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