No se le ocurrió otra cosa que una gamberrada fuera de lugar. Bueno, varias. Por lo que ha sido imputado por la Guardia Civil por realizar llamadas falsas al servicio de Urgencias 112 de Andalucía y solicitar intervenciones policiales para resolver incidentes que luego se demostraron que eran inexistentes, tal y como ha informado la Delegación del Gobierno de Castilla-La Mancha.
El imputado es un joven andaluz, que reside en la provincia de Jaén, y que llamó durante dos días consecutivos al 112 de Andalucía alertando, la primera vez, de que un joven de 16 años se había perdido en una zona rural de Paracuellos de la Vega, en la provincia de Cuenca. De forma inmediata la Guardia Civil montó un dispositivo de búsqueda para tratar de localizar al desaparecido que se prolongó durante toda la tarde y la noche, pero como es obvio no le localizaron porque no era cierta la alerta.
Un día después, el 112 recibió una llamada que alertaba de una presunta agresión en la misma localidad conquense y que la víctima había salido huyendo y se había perdido. De nuevo se volvió a activar un dispositivo para buscar a la persona, pero dio negativo.
Ante ello, se pusieron a investigar las llamadas y comprobaron que eran falsas, por lo que en realidad no había ninguna persona ni perdida ni lesionada. Tras localizar al autor de las llamadas se le imputó una infracción penal y, además, tendrá que responder económicamente del gasto que supusieron las labores de búsqueda de las dos personas que no existían.