Cerca de 300 personas que viajaban en un Iryo en la línea de alta velocidad Madrid-Sevilla, a la altura de la localidad ciudadrealeña de Malagón, tuvieron que ser evacuadas este lunes tras quedar el tren detenido durante varias horas por el apagón eléctrico que afectó a la península ibérica.
Ante la falta de información y sin posibilidad de continuar el trayecto, los viajeros fueron acogidos por el Ayuntamiento de Malagón que puso en marcha un operativo para acoger a estas casi 300 personas en el pabellón polideportivo de la localidad, con la colaboración de centenares de voluntarios que se volcaron para ofrecer ayuda a estos viajeros.
El alcalde de Malagón, Luis Carlos Segura, y la concejala de Bienestar Social, Eva Alcázar Pozuelo, coordinaron el dispositivo de emergencia en el que participaron también Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil y numerosos vecinos que ofrecieron su tiempo, vehículos y recursos personales para atender a los afectados.

El alcalde de Malagón coordinando el operativo en el pabellón
Durante horas, el pabellón se transformó en un albergue improvisado donde no faltaron colchones, mantas, alimentos, bebidas, pañales o medicamentos, gracias a las donaciones realizadas por particulares y comercios locales.
“Nadie podía quedarse sin un lugar digno para dormir”, ha asegurado el alcalde de la localidad, a la vez que ha dado las gracias a todas y cada una de las personas que “pusieron su granito de arena para reconducir una difícil situación”.
Con la llegada de la mañana, la situación ha comenzado a normalizarse y los viajeros han ido retomando sus destinos. Muchos vecinos han seguido colaborando incluso después de la noche de acogida, poniendo a disposición sus vehículos personales para trasladar a quienes lo necesitaban hasta Ciudad Real capital.