El Gobierno de Castilla-La Mancha va a decidir en la próxima reunión del Centro de Coordinación de Emergencias (Cecopi) si solicita al Gobierno de España bajar el nivel de emergencia y, por lo tanto, salir de la emergencia nacional que da el nivel 3 y por el cual toma el control de la situación el propio Ejecutivo central.
Así lo ha transmitido la consejera portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Esther Padilla, quien ha explicado que la decisión no se tiene tomada porque la «actividad es muy cambiante» y estarán «muy atentos» para decidir, pero en la reunión de las 13 horas verán si es «conveniente o no» seguir en ese nivel.
15 minutos para tomar la decisión
La consejera ha explicado que tomaron la decisión de elevar la emergencia al nivel 3 porque recibieron un correo del Centro Nacional de Emergencias en el que instaban a las comunidades autónomas a decidir si necesitaban elevar la emergencia, dando un plazo de respuesta de 15 minutos, por lo que el Gobierno castellanomanchego decidió hacer la solicitud para «facilitar la coordinación a nivel nacional».
«Ese fue el tiempo que se nos dio», ha abundado Padilla, quien ha indicado que a pesar de elevar el nivel, en Castilla-La Mancha se iban a seguir produciendo las reuniones de coordinación con los cuerpos y fuerzas, así como con las consejerías y el Gobierno de España, pero que prefirieron tomar las decisiones por la tarde, como la de la suspensión por la tarde, que luego no cambiaron a pesar de que el ministro Marlaska aconsejó abrir los colegios para facilitar la conciliación.
Y es que ha fundamentado esa decisión en que Castilla-La Mancha iba a ser uno de los últimos territorios en recuperar el suministro eléctrico y que además se podrían haber encontrado otras dificultades, como estar «sin agua y sin comunicaciones», lo que ha subrayado que pensaron que era «la mejor decisión», dado que además tampoco podían garantizar a esa hora que el servicio de comedor funcionase con normalidad.
