Una copia del programa electoral del PSOE con las 827 medidas y otra de su declaración de la Renta correspondiente al año 2014 entregadas al presidente de las Cortes fueron las primeras palabras y las primeras medidas del candidato a la Presidencia de la Junta en su discurso de investidura. Emiliano García-Page se ha presentado ante los grupos parlamentarios y ante la sociedad como un presidente que promete ser distinto «en las formas y en el fondo».
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Apoyado en un pequeño esquema escrito en pocos folios y unas fichas hechas a mano, Emiliano García-Page ha pronunciado durante dos horas su discurso de investidura para ser elegido el miércoles 1 de julio presidente de Castilla-La Mancha. Un centenar de propuestas encerradas en lo que él ha definido como sus «10 mandamientos», que se caracterizan por un fuerte giro social a la acción del gobierno, la creación de empleo como prioridad y de acuerdo con empresarios y sindicatos, la promesa de dialogar permanentemente con todos y el compromiso de mejorar notablemente la transparencia de la política en CLM y la participación de los ciudadanos en las instituciones, desde las Cortes al propio Gobierno. Es lo que él denomina «un programa cargado de esperanza».
Sereno, decidido a marcar distancias desde el principio con el Gobierno del PP y con el discurso de su predecesora, María Dolores de Cospedal, con guiños a Podemos, pero también a los empresarios, a los que se ha referido continuamente como «los empleadores» y «sobre todo a los autónomos» y, por supuesto, a los sindicatos y a la sociedad civil de CLM, con la que ha prometido dialogar de manera permanente. «No pretendo que mi gobierno gobierne contra nadie. Voy a escuchar a todos los colectivos sociales y a mucha gente de forma individual», prometió.
“EL 24 DE MAYO SE VOTÓ EL CAMBIO EN EL FONDO Y EN LAS FORMAS”
Convencido de que el 24 de mayo «Castilla-La Mancha votó un cambio, doble, en las formas y en el fondo», Page apareció ante el Pleno del Parlamento defendiendo que gobernará con el programa del PSOE, sumado el acuerdo de investidura con Podemos, prometió no cambiar su forma de ser por ser presidente y reconoció que le hubiera gustado tener mayoría absoluta. Con ella o sin ella, ha asegurado esta mañana, «el diálogo -hubiera sido- será marca de la casa».
Tiempo tendrá para demostrarlo y falta le hará para apaciguar los ánimos caldeados de una sociedad con más problemas que la media y que ha vivido numerosos conflictos con el Gobierno saliente. Además, él tendrá que pactar con su izquierda mientras necesita sumar los votos que quedan a su derecha.
Consciente de vivir «el momento más grave para la economía y la política desde la Transición hasta hoy», prometió cumplir las 829 medidas de su programa en 4 años y no «ser un presidente ingenuo que se deje llevar por los titulares de los medios y menos cuando salen de los despachos del gobierno, es poco democrático y es absurdo».
LA RECUPERACIÓN DE LA ECONOMÍA Y EL EMPLEO
Lo primero, la recuperación económica y del empleo, que ha de fraguarse con empresarios y sindicatos, que serán los primeros en ser llamados a su despacho. Porque, dijo, «¿hay alguien que pueda pensar que la recuperación es duradera si no es repartida?»… Y continuó: «Es evidente que algunos, pocos, se han forrado por la crisis, pero no puede consentirse, ni en España, ni en CLM que la recuperación sea de unos pocos a costa de la mayoría».
De ello hablará también con el PP y María Dolores de Cospedal será la segunda en ser citada en su despacho, si acepta el ofrecimiento que Page ha hecho hoy en la tribuna.
SANIDAD, EDUCACIÓN, DEPENDENCIA, DESAHUCIOS… EL ACENTO SOCIAL
Nada más hablar de recuperación económica y del empleo entró directamente en los servicios públicos, la parte más amplia de su discurso con medidas en Sanidad, Educación y Servicios Sociales en los que incluyó la Dependencia y la lucha contra la pobreza y la desigualdad.
Reducción de las listas y los tiempos de espera, 1.000 nuevos profesionales sanitarios, modelos hospitalarios exclusivamente públicos y pactados con los profesionales, ley para garantizar medicinas a todos, fin de las listas de espera de dependencia en un año, contrato puente para que puedan acceder al trabajo sin irse de CLM los estudiantes universitarios y de FP, soluciones contra los desahucios, ampliación del Ingreso Mínimo de Solidaridad… El rosario de medidas iba cayendo a eso de las 12 del mediodía, bajo una convencimiento general que prometió conseguir con la reforma –pactada y consensuada- del Estatuto de Autonomía: blindar en esa norma los derechos a la Sanidad y la Educación púbicas de los castellano-manchegos.
MÁS INCOMPATIBILIDADES Y NINGÚN «ESCONDITE JUDICIAL» EN CLM
Luego vinieron las medidas para la recuperación de la política. «No pienso pedir perdón por dedicarme a la política» dijo, consciente de que hace falta mucho para recuperar la confianza de los ciudadanos. El fin de privilegios como los aforamientos, endurecer el régimen de incompatibilidades de los altos cargos, obligarles a que tributen en CLM porque estarán obligados a vivir en la comunidad autónoma mientas ejerzan, más participación de los ciudadanos en las Cortes y en el Gobierno, con Consejos abiertos a la presencia de colectivos que podrán exponer problemas y pedir soluciones (los dependientes, los primeros)…
Page también ha anunciado que se creará una oficina, que ha definido «como una auténtica Comisaría», que velará «por la transparencia pública y el rigor presupuestario, que rendirá cuentas ante las Cortes, porque es bueno que tengamos un vigilante».
Regeneración la que promete para la radio televisión pública de Castilla-La Mancha. Hoy ha adquirido el compromiso de consensuar el nombre del director general, que necesitará de la mayoría cualificada de la Cámara para salir adelante. Para que nadie sufra «el ataque brutal que he sufrido, un ataque descarado y obsceno de un medio que pagamos entre todos. Porque lo más grave no es que me maltraten a mí, sino que quien hace eso tiene un lamentable concepto de la gente de esta tierra, que piensan que se pueden creer todo, como si se dejaran manipular»
TRATAR BIEN A LA GENTE… Y A LOS FUNCIONARIOS
Una de las novedades del discurso vino cuando el candidato a presidente reivindicaba la obligación de los gobernantes de tratar bien a la gente, en contraposición a lo que, en su opinión, han hecho sus predecesores. Pero Page fue más allá al anunciar que su actitud, la de sus consejeros y la de todos aquellos que tengan relación directa con su Gobierno «será de cercanía y humildad» y que tendrá el teléfono abierto para que cualquier trabajador de la Junta, si quiere, pueda denunciar o criticar a cualquier consejero o consejera del Gobierno o a cualquier delegado o delegada… O a cualquier responsable público que le haya maltratado». Seguramente le sonará más de una vez.
CON LA VISTA EN TALAVERA Y PUERTOLLANO
No hizo muchas referencias locales el candidato a la Presidencia de la Junta en su discurso de investidura. Por eso las que expuso tienen más valor y afecta a dos de las poblaciones más importantes de la región y más golpeadas por la crisis: Talavera y Puertollano. Se comprometió a luchar hasta el final por la llegada del AVE a la Ciudad de la Cerámica y también a que una de las primeras llamadas como presidente será al ministro de Industria para dar salida definitiva a la incertidumbre que hay sobre la continuidad y la viabilidad de la planta de Elcogas en Puertollano.
Finalizado el discurso, Page se quedó en las Cortes y almorzó en el despacho del presidente de la institución con el propio Jesús Fernández Vaquero y algunos colaboradores más.
Por la tarde, a repasar argumentos para la segunda sesión donde vendrá el «intercambio de golpes» con Cospedal y el debut parlamentario de Podemos, la tercera pata de la mesa política castellano-manchega a la que todos miran, unos con miedo, otros con esperanza, casi todos con expectación.