Eran las 13.26 horas del miércoles 1 de julio de 2015 y… Emiliano García-Page ya es el nuevo presidente de Castilla-La Mancha.
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Con los 15 votos de los diputados del PSOE y los 2 de Podemos, 17 en total; y los 16 votos de los diputados del PP en contra, Page es el cuarto presidente que tiene la comunidad autónoma, después de los Gobiernos de los socialistas José Bono y José María Barreda; y de la «popular» María Dolores de Cospedal, ahora en la oposición.
En su última intervención de hoy en la tribuna de las Cortes, el nuevo presidente de Castilla-La Mancha ha tenido emotivas palabras hacia su amigo y compañero Jesús Fernández Vaquero, presidente de las Cortes, con quien lleva años y años mano a mano en la vida política regional; también ha dado las gracias a sus compañeros de bancada y a su partido, el PSOE, que es quien le ha permitido finalmente llegar a la cota más alta de poder regional.
Page, que ha prometido dedicarse en exclusiva a la Presidencia de Castilla-La Mancha, ha afirmado que espera llevar adelante su programa electoral con el consenso de todos y que no le dejen ser el candidato del PSOE en las próximas elecciones si no consigue darle la vuelta al principal problema, «que es el problema del paro». Porque quiere hablar a la gente a la cara con tranquilidad y normalidad, «para que haya trabajo, el que más tiene que trabajar es el presidente».
Por eso, ha dicho, «prometo dejarme la piel por esta tierra».