El consejero de Hacienda y Administraciones Públicas de Castilla-La Mancha, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha calificado de «numerito» la entrega ante notario de las cuentas públicas por parte de su antecesor en el cargo, Arturo Romaní.
Después de que el ex titular le haya acusado de no querer hacer el traspaso, ha puesto de manifiesto que ya se ha reunido con él para ver cuál era la situación financiera de la región y que este encuentro se desarrolló con total normalidad y «con bastante afecto». Añade que a lo que no está dispuesto es a hacerse la foto porque «tengo muchas cosas que hacer».
Ruiz Molina -que ha hecho estas declaraciones durante el acto de toma de posesión del nuevo delegado de la Junta en Toledo, Javier Nicolás– ha apuntado que no es necesario que Romaní le entregue en mano el balance presentado ante el notario ya que «lo tengo simplemente tecleando en el sistema contable de la administración y además tengo a mi servicio a todos los funcionarios de la Intervención que me pondrán al día de las cuentas».
Ha dicho que ha sido la ex presidenta María Dolores de Cospedal la que no ha querido reunirse con el actual presidente para formar un equipo de trabajo a través del que abordar el traspaso.
El consejero ha concluido señalando que «no tenemos ninguna intención de mover las alfombras ni de inventarnos cosas que no son ciertas; en este sentido hemos aprendido de los errores de los demás», máxime «con algo tan importante como son las finanzas de la administración».