Los novillos de «El Ventorrillo» y un espontáneo de 5 años, lo mejor del Alfarero de Plata, que cerró esta edición sin ganador, ya que el jurado consideró desierto el premio, organizado por el Ayuntamiento de Villaseca de la Sagra.
Un niño de cinco años hizo las delicias de los aficionados, ya acabada la lidia.
La plaza de toros “La Sagra” volvió a llenarse para ser escenario de la final del II Certamen Taurino Alfarero de Planta de novilleros sin picadores, organizado por el Ayuntamiento de Villaseca de la Sagra y en el que habían quedado finalistas Jaime Rodríguez, Jorge Isiegas, Adrián Velasco, Juan Carlos Berrocal, Ignacio Olmos y Rafael González.
Lamentablemente el premio quedó desierto, dado que el jurado votó de la siguiente manera: Desierto, seis votos; Rafael González, cinco votos; Juan Carlos Berrocal, dos votos e Ignacio Olmos, un voto.
Brava y encastada novillada del Ventorrillo, muy bien presentada, destacando la clase y la exigencia en sus embestidas, especialmente en el novillo Nº 42 de nombre Sastrerito .
Abría plaza Jaime Rodríguez del Espinar, que durante la faena hizo gala de su clase, mostrándose nervioso por la ocasión pero demostrando también falta de acople con el novillo del Ventorrillo. Cortó una oreja.
El segundo fue Jorge Isiegas, novillero que reclama el escalafón con caballos y destacó por su recibo capotero y las primeras tandas de su faena. Se llevó ovación en el tercio.
LA TARDE DE «SASTRERITO»
En tercer lugar actuó el alicantino Adrián Velasco lidiando a Sastrerito, con el que destacó dos tandas con la izquierda, pero se vio superado por el novillo durante todos los pasajes de la faena, pichando en repetidas ocasiones. Silencio y ovación al novillo en el arrastre.
En cuarto lugar, Juan Carlos Berrocal, el cacereño oriundo de Valencia de Alcantara destacó por los remates y la torería del inicio de faena, pero no transmitió el toreo que atesora como se comprobó en los tentaderos clasificatorios, se mostró nervioso y superado por la cita. Ovación en el tercio.
En quinto lugar, Ignacio Olmos de Mora de Toledo, que demostró ganas durante toda la tarde a base de entrega y quietud ante un novillo exigente del Ventorrillo, que lo volteó en tres ocasiones. Falló con la espada y se llevó una oreja.
En sexto lugar y cerrando el festejo entrada la noche, fue el turno de Rafael González, novillero con muchas cualidades para llegar alto, en el que destacó el recibo capotero, las primeras tandas con gusto con la mano derecha y la torería que demostró con su novillo. Falló con la espada y cortó una oreja.
UN ESPONTÁNEO DE CINCO AÑOS
Al finalizar el festejo y ya sin novillos, saltó al ruedo un «espontáneo» muy especial, un niño de cinco años que con una muleta simuló una faena y hasta dio la vuelta al ruedo.
Los finalistas del certamen de novilleros sin picadores «Alfarero de Plata», en Villaseca.