Castilla-La Mancha recibe 2.291 millones de euros más de los que aporta al Estado, según los resultados del sistema de cuentas públicas territorializadas de 2012, las llamadas balanzas fiscales.
Según las cuentas públicas territorializadas, hechas públicas por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, esta cantidad supone un 6 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) regional.
Además, el gasto público en la región es negativo, con un déficit de 670 millones de euros, mientras que los ingresos fiscales son positivos y alcanzan los 2.961 millones de euros.
Según estos datos cada castellanomanchego recibió en 2012 un total de 1.085 euros más de los que aportó al Estado.
Castilla-La Mancha es una de los trece comunidades autónomas que presentan saldos fiscales positivos, pero está lejos de los 8.531 millones de euros que presenta Andalucía, que es la que encabeza con diferencia el escalafón.
La segunda posición con saldo fiscal positivo es Galicia, con 3.946 millones, seguida de Canarias, con 3.495 millones, y en cuarta posición se sitúa Castilla y León, con 2.993 millones.
Por detrás figuran Extremadura con un saldo fiscal positivo de 2.665 millones, Castilla-La Mancha, con 2.291, y Asturias, con 1.828 millones.
LAS COMUNIDADES CON SALDO FISCAL NEGATIVO
Solamente figuran con saldo fiscal negativo, es decir que aportan al Estado más de los que perciben, cuatro comunidades autónomas, las de Madrid, Cataluña, Valenciana e Islas Baleares.
Madrid es la comunidad con mayor diferencia entre lo que aporta y lo que recibe, 19.015 millones de euros, un saldo 2,5 veces superior al de Cataluña, que aportó 7.439 más de los que recibió.
La aportación de la Comunidad Valencia fue en 1.453 millones superior a lo percibido y la de las Islas Baleares superó en 1.330 millones a lo que recibió en 2012.
El Ministerio señala que para las comunidades receptoras netas -las de saldos fiscales positivo-, los flujos de entrada representan un 5,5 por ciento de su PIB, mientras que para las contribuyentes netas, los flujos de salida eran el 5,6 por ciento del PIB en el año analizado.
Destaca que el saldo fiscal «tiende a empeorar» según aumenta la renta per cápita, de forma que los territorios más ricos generalmente presentan déficit fiscales mientras que los de menor renta suelen disfrutar de superávit.