¿Cuánto tiempo falta para que los bancos intenten cobrar una comisión por respirar el aire de sus oficinas a quien entre en ellas a realizar alguna operación? De momento, si el Banco de España no lo impide, quienes no sean clientes del BBVA y del Banco Santander tendrán que pagar dos veces, a partir de septiembre, por utilizar sus cajeros automáticos: una, la comisión que cobra el banco o caja que ha emitido la tarjeta –algunas entidades no cobran, pero muchas sí-; otra, los dos euros que el BBVA y el Santander han anunciado que cobrarán a quien no sea su cliente cada vez que utilice sus cajeros.
Caixabank, la entidad del grupo catalán La Caixa, comenzó a cobrar dos euros hace cuatro meses a sus no clientes y ahora se suman los bancos que presiden Francisco González y Ana Patricia Botín, respectivamente. Los banqueros esperan que vayan uniéndose poco a poco otras entidades, porque son muchos los millones de euros que recaudarán. Un dato como ejemplo: solamente en los cajeros del Banco Sabadell se efectuaron en 2014 algo más de cinco millones de extracciones de dinero de sus cajeros por personas que no eran clientes de esa entidad, por lo que si hubiera cobrado esa comisión habría recaudado más de 10 millones de euros. Hay que aclarar que este banco no cobra esa comisión ni ha dicho, hasta ahora, que tenga intención de hacerlo.
ARGUMENTOS DE RISA
La justificación que ofrecen los banqueros provoca risa, si no fuera porque el asunto es muy serio: dicen que los cajeros son máquinas muy costosas y hay que cubrir los gastos de su instalación.
Las normas legales vigentes permiten que los bancos y cajas de ahorro cobren comisiones, pero también dicen que deben percibir una sola comisión por cada servicio que presten. Sacar dinero de un cajero automático es un único servicio pero, si sigue adelante esa idea, se pagarán por él dos comisiones.
Por eso debe intervenir el Banco de España, cumpliendo su misión de organismo regulador del sector bancario, como han reclamado ya algunas organizaciones de consumidores y usuarios. Incluso la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) -ese organismo que de vez en cuando multa a las empresas de un determinado sector porque se ponen de acuerdo para fijar los mismos precios- investiga si es legal el cobro de esta comisión.
EL PODER DE LA CIUDADANÍA
Al mismo tiempo que se extiende en el sector bancario la idea de cobrar dos veces por el mismo servicio, algún importante banco que presumía de no cobrar nunca comisiones a sus clientes ha comenzado a cobrarlas en determinados casos y por determinados servicios. Y eso que decían que las eliminaban para toda la vida.
Ante ambas decisiones -cobrar por la utilización de los cajeros o recuperar las comisiones eliminadas- los ciudadanos tienen en su mano la posibilidad de reaccionar como consideren oportuno: cambiando sus ahorros a un banco que no cobre comisiones o a una entidad de banca ética, no sacando dinero de cajeros donde le cobren por esa operación…
Si no se produce esa reacción ciudadana y una intervención del Banco de España y de los grupos parlamentarios del Congreso, para impedir el atropello de los dos euros, llegará un día en que los bancos querrán cobrar una comisión hasta por respirar el aire de sus oficinas. Parece ciencia ficción, pero…