Vecinos de la ciudad de Toledo participarán el próximo viernes 7 de agosto en una concentración en protesta por las agresiones cometidas por individuos de ideología neonazi a tres jóvenes de la capital castellanomanchega el pasado viernes y por las que hay un joven imputado.
La concentración ha sido convocada por un vecino de la ciudad que no quiere hacer público su nombre por miedo a represalias, pero que sí que ha tenido que darlo para pedir autorización a la Delegación del Gobierno.
Este vecino ha explicado a Efe que la concentración, que se celebrará a partir de las 20:30 horas en la plaza de Zocodover, está apoyada por organizaciones políticas, sociales y sindicales de la ciudad.
Entre otras, ha citado IU, Podemos, Ganemos, PCE, UJC, la Asociación de Vecinos «El Tajo», la Federación de Asociaciones de Vecinos de Toledo, CCOO, CGT, CNT y la Intersindical.
«Planteamos hacer una convocatoria amplia, llamando a las puertas de todo el mundo», ha explicado el organizador de la protesta, quien ha asegurado que no conoce a las jóvenes agredidas, pera ha «sentido el compromiso de que había que hacer algo» por la «pluralidad democrática», sin vincularlo a la política.
Su objetivo, además, es firmar un escrito que entregarán en la Delegación del Gobierno, en el que piden una reunión urgente con el delegado del Gobierno en Castilla La Mancha, José Julián Gregorio, entre otros asuntos.
En el borrador del escrito, que someterán a debate el viernes, expresan su «más enérgico rechazo a estas nuevas agresiones de corte fascista, homófobo y de odio ideológico que se vuelven a producir en la ciudad de Toledo, apenas tres años después de los homicidios en grado de tentativa que se produjeron en los carnavales de 2012 por miembros del mismo grupo organizado».
Denuncian que durante estos tres años, «y por supuesto anteriormente, se han venido sucediendo agresiones continuadas con menos repercusión mediática, pero que siguen sumando la larga lista de hechos delictivos».
«Todo ello, en suma apunta no a una consecución de agresiones aisladas, sino más bien a la existencia de un grupo criminal organizado de corte fascista, que impone entre jóvenes, inmigrantes, colectivo LGTBi, personas de ideológica diferente y, en definitiva, a la sociedad de la pluralidad, el miedo, ostracismo e inquietud constante por no saber cuando será el próximo ataque», consideran.
Creen que «la respuesta de la Delegación de Gobierno ha sido escasa, tardía y benevolente con estos grupos organizados» y exigen a la Delegación que «actúe, que lo haga desde este mismo instante, no solo para detener y juzgar a los responsables de estos hechos bárbaros y violentos, sino para desarticular de una vez por todas y definitivamente esta banda criminal».
La primera agresión ocurrida el viernes tuvo lugar en las escaleras mecánicas del Miradero cuando un joven, ahora imputado como presunto autor de los delitos de lesiones y amenazas leves, empujó a otra joven, que tuvo que ser atendida en el Hospital Virgen de la Salud de Toledo y que iba acompañada de su pareja.
Ese mismo día por la tarde, tuvo lugar otra agresión con un objeto punzante a otra joven que no ha denunciado los hechos.