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"Los extranjeros no quieren calor y los españoles pasan de camino a otros destinos" 11/08/2015junio 8th, 2017

La ola de calor prolongada que está viviendo la ciudad de Toledo disuade a muchos turistas de acercarse a ver sus calles y monumentos. Los visitantes suelen venir para estancias cortas y con la determinación de gastar lo menos posible. Todo ello repercute en los negocios asociados al sector turístico que coinciden en un descenso notable del negocio respecto a otros años anteriores.

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El kiosko de Ana María Torrejón, en la plaza de Zocodover (Toledo), estaría abierto desde la mañana hasta la noche, como ocurre en invierno, si no fuera por el calor que disuade a la gente de salir a pasear por las tardes. «En verano es imposible estar aquí. Solo vengo por las mañanas pero viene muy poca gente». Observando la percepción de los trabajadores de sectores relacionados con el turismo, parece claro que el mes de julio ha sido fatídico tanto para comerciantes y vendedores ambulantes como para restaurantes y hoteles.

Dos comerciantes cercanos a la plaza de Zocodeover coinciden en que este verano está siendo muy malo para el negocio. «Los pocos turistas que vienen gastan muy poco, apenas se vende», comenta una mujer. Otra vendedora añade: «llegan muchos orientales, también mexicanos y algunos grupos de israelíes; españoles los que menos. El problema es que los extranjeros que vienen en grupos ya tienen marcados unos lugares donde comer, dormir y pasar a comprar y eso no nos ayuda mucho a los demás».

Los propietarios del hostal La Posada de Zocodover, Miguel Ángel y Gema, explican que «julio siempre ha sido malo. Es una ciudad de turismo cultural, aquí no puedes quedarte sin salir a la calle. Los extranjeros no quieren calor y los españoles pasan de camino a otros destinos». Comentan además los perjuicios que suponen las estancias de corta duración: «El turismo de paso es malo, es un turismo «de guarreo».

LA MEDIA DE ESTANCIA HOTELERA Y LOS 40º

Los últimos datos de la Encuesta de Ocupación Hotelera del INE sitúan la media de estancia hotelera de Toledo en 1,49 días. Y es que viendo las alertas por altas temperaturas hacer turismo en una ciudad del interior, que alcanza muchos días los 40ºC, no es un buen aliciente para animarse a venir. Según explican los hosteleros, los turistas nacionales prefieren pasar sus vacaciones cerca del mar mientras que los extranjeros se decantan por retrasar sus visita hasta principios de septiembre. En ambos casos la pernoctación en la ciudad suele ser breve.

Una familia valenciana confirma esta tendencia explicando que pasarán en Toledo una noche antes de continuar sus vacaciones. Otra turista mexicana cuenta que viene desde Madrid con toda la familia para pasar el día. Si bien, ambas están de acuerdo en que la ciudad no carece de atractivo «el ambiente es muy cálido y las artesanías son hermosas», explica la mujer mexicana. La familia valenciana, por su parte, destaca el «descanso» del ambiente toledano en comparación con la humedad de las ciudades de la costa.

EL RECUERDO DEL GRECO Y UNA PETICIÓN

Patricia Junquera, hace alusión a la celebración del Año Greco durante 2014 y comenta que «Toledo tiene mucho que dar y no sabemos explotarlo. Estaría bien compensar un poco para que tuviésemos actividades todo el año y no hubiese estos bajones». Esta socia del establecimiento El Foro de Toledo, añade que el calor del pasado julio «no es algo transitorio como otros años. Está siendo muy duradero y eso se nota en las empresas».

En la misma plaza de Zocodover, Antonio, que solía trabajar en sector vitivinícola, ayuda a su mujer Rosa, que se pasa todos los días 12 horas en la calle vendiendo lotería. «Antes a partir del 15 de julio solía mejorar el negocio porque se acababan los San Fermines y los españoles comenzaban a venir; pero este año va muy mal», explica Antonio.

Para María Luisa Esteban, titular de la Administración Nº 1 de lotería en la Calle Mayor, «la campaña de verano» como ellos lo llaman, supone un pequeño empujón a las ventas que comienzan a crecer a ritmo apresurado durante los últimos meses del año. «Los españoles que vienen se llevan décimos de Navidad por esa sensación de estar regalando ilusión. Aunque también vendemos a otras personas de habla hispana que tienen familia en el extranjero», explica.

LOS APARTAMENTOS TURÍSTICOS «IRREGULARES»

Asunción Polo cuenta que el negocio familiar del Hostal Centro ha notado mucho los efectos de esta ola de calor prolongada. «Los clientes ven los precios que tienen los hoteles en la playa y comparando con Toledo y el calor que hace no se lo piensan mucho». Pero lo que más preocupa a esta propietaria es la competencia que ejerce el alquiler de apartamentos turísticos para unos pocos días o, incluso, una sola noche. Estas prácticas «irregulares» ponen a muchos establecimientos hoteleros en un apieto porque no pueden tirar sus precios para alcanzar el atractivo económico de los apartamentos y además ven complicado emprender acciones legales para regular la situación.

A mitad del verano y después de la segunda operación salida de las vacaciones, la incertidumbre que abruma a muchos de estos comerciantes y hoteleros no se despeja. Aunque otros, que conocen bien las tendencias que experimenta el sector a lo largo del año, confían en ver sus expactivas cumplidas: «En agosto comienza a llegar más el turista nacional», dice Patricia Junquera. Miguel Ángel también opina que el peor mes ya ha pasado y confía en que en agosto haya mayor afluencia de tursitas.

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