El 18 de junio de 2014 los trabajadores de Elcogas en Puertollano (Ciudad Real) se enteraban de que la empresa había pedido las autorizaciones pertinentes para el cierre de la planta, la más moderna de Europa. A partir de ese momento, no faltaron las manifestaciones para evitar el fin de la actividad de una de las empresas más importantes de la comarca y de la región.
El ministro de Industria, José Manuel Soria, autorizaba en pleno mes de agosto el cierre de la planta de Elcogas en Puertollano (Ciudad Real). Más de 200 familias se veían afectadas por una decisión empresarial, la del fin de la actividad, apoyada por el Gobierno nacional al permitirles hacerlo.
Pronto desde el Ejecutivo de Castilla-La Mancha se tachaba la situación de «puñalada» y «venganza política» y se pedía a la empresa que meditase sobre el futuro de la misma.
Los trabajadores, que no han parado en todo el año de pedir que no se cerrase la empresa, echan la vista atrás para recordar como ha sido un año donde se esperaba otro desenlace. Un año donde han secundado diversas huelgas, donde las movilizaciones no han faltado e, incluso, se han encerrado en la central con el mismo objetivo, que no cesara la actividad.
De momento, el balón está en el tejado de la empresa que es la que tiene que decidir lo que va a hacer.