Albacete vivió el pasado 7 de agosto una jornada de tormentas que descargó agua y granizo por casi toda la provincia y que afectó especialmente a los municipios de Almansa y Pozohondo. Asaja (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores) cifra en algunos casos pérdidas de hasta el 100 por 100 de los cultivos y busca ahora una solución para los propietarios de las viñas, almendros y olivares que quedaron devastados. Desde la asociación han pedido reunirse con las administraciones a nivel regional para aliviar un año lleno de pérdidas.
A primeras horas de la tarde del viernes 7 de agosto los servicios meteorológicos daban la alerta por precipitaciones. Hacia media tarde el agua y el granizo comenzaron a caer con fuerza sobre el término municipal de Pozohondo, llegando también a Alcadozo y Peñas de San Pedro. La zona que abarca desde los límites del pueblo hasta las cercanas pedanías de Nava de Arriba y Nava de Abajo, es donde mayores daños se registran en el cultivo.
En Pozohondo los daños han afectado al 100 por 100 de la viña, almendros y olivares en una superficie de 2.000 hectáreas. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) estima que llegaron a caer más de 50 litros de agua por metro cuadrado, y el viento, que alcanzó los 57 km por hora, llegó a arrancar las espalderas de algunas viñas, segun informó posteriormente Asaja en nota de prensa.
La tormenta se desplazó después hacia el este de la provincia extendiéndose por Almansa donde el porcentaje de viñedo dañado se sitúa entre el 50 y 100 por 100, mientras que el del olivo oscila entre un 45-50 por 100 y el almendro entre un 20-30 por 100. Además 600 hectáreas de cultivos de hortalizas quedaron cubiertas por el agua. Durante la tarde y noche del viernes los pluviómetros de la Aemet registraron hasta 100 litros de agua por metro cuadrado.
Los agricultores de la provincia de Albacete afrontan otro año de escasez de cosechas, que se ha acentuado con la última tormenta del verano. El secretario provincial de Asaja en Albacete, Jorge Navarro, explicaba a Encastillalamancha.es que a nivel provincial «2014 fue un año malísimo y éste no está siendo mejor. Los hielos comenzaron el 15 de diciembre y duraron hasta febrero; luego vino la sequía hasta el mes de abril; en mayo llegamos a unas temperaturas que no eran normales para este mes; y desde el mes de junio empezaron las tormentas. Hay sitios que han tenido hasta seis y siete tormentas desde entonces».
Asaja está a la espera de que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha le conceda una entrevista para transmitirle la situación del campo y de los agricultores. «El año pasado conseguimos algunos acuerdos con los bancos y las cajas para que nos prestaran créditos ‘más blandos’ y algunas ventajas más para aliviar las pérdidas económicas del campo. Este año hemos pedimos una reunión con la administración para ver qué podemos hacer», explica Navarro.
En Almansa, la prioridad del ayuntamiento es devolver la normalidad a las zonas anegadas por el agua. La intensa lluvia provocó el desbordamiento del pantano e incrementó el nivel del embalse que, según los datos de la Confederación Hidrográfica del Júcar, llegó hasta los 61 litros por metro cuadrado (la más alta del último año). Diversos efectivos trabajaron hasta el martes 11 para rebajar el nivel de agua hasta la cota de seguridad, entre los 18-19 litros por metro cuadrado.
Desde la secretaría del Ayuntamiento cuentan que el alcalde y la corporación municipal continúan estudiando la situación a fin de dar una solución a los vecinos afectados lo antes posible: «Estamos hablando con la gente para ver cómo están sus viviendas, las parcelas, las vías de acceso… Hay que tener en cuenta que aunque el nivel de la presa se estabilizó el martes, desde el viernes que pasó la tormenta el agua aún está corriendo por los bancales».
La portavoz municipal, Tania Andicoberry, informó a los medios la semana pasada sobre las labores de valoración. «Hay que recalcar que las zonas del área de El Hondo, que son las más perjudicadas y donde ha estado entrando el agua hasta hace escasos días, se están realizando trabajos con máquinas de MOPU de arreglo de carreteras y en las vías de acceso a las viviendas».
DAÑOS EN INFRAESTRUCTURAS
También hay que contar entre los daños causados por la tormenta los sufridos en carreteras y caminos rurales. El Ayuntramiento de Pozohondo informa a este periódico de que «limpiaron las calles porque el agua había traído tierra de los caminos pero ya han vuelto a la normalidad».
Pero la acción del agua se ha notado sobre todo en Almansa. El Sepei (Servicio Provincial de Bomberos de la Diputación de Albacete) se desplazó por varias zonas del municipio para evitar daños personales. Además, el Ayuntamiento decidió cortar el paso por la Autovía A31, próxima al embalse, y activar el Plan de Recuperación del entorno y la accesibilidad. Asimismo, el Gobierno regional decidió activar el Plan Especial de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones en Castilla-La Mancha (Pricam) que permaneció activo hasta el martes.
«Estamos trabajando en la valoración de los daños. Ahora que el agua se ha evaporado en parte, los caminos están más despejados y no hay previsión de nuevas precipitaciones, esperamos poder ir más deprisa. La prioridad la tendrán las viviendas que no tengan acceso o que tengan mucha dificultad», explica la portavoz del Ayuntamiento de Almansa, Tania Andicoberry. En cuanto al trabajo de valoración y arreglos en las zonas del embalse, Andicoberry ha dicho que las decisiones dependen de la Confederación Hidrológica del Júcar.
Agua desbordada del embalse de Almansa el pasado 7 de agosto.