El Ayuntamiento de Xirivella ha recordado hoy viernes con un minuto de silencio a las jóvenes Marina Okarynska y Laura del Hoyo, cuyos cadáveres aparecieron anteayer en Cuenca, y guarda hoy luto oficial por el vínculo de esta última con esta localidad, donde vivió y trabajó durante el último año y medio. La concentración silenciosa ha tenido lugar a las puertas del Ayuntamiento, donde han asistido los miembros del equipo de gobierno local encabezado por el alcalde, Michel Montaner, además de trabajadores del Consistorio y vecinos de la localidad unidos contra la violencia machista.
La concejala de Igualdad y Cultura, Amparo Carrascosa, ha leído un manifiesto de condena donde se tacha a la violencia de género como «terrorismo contra las mujeres», se transmite la repulsa contra estos asesinatos, se da el pésame a las familias y se pide responsabilidad por parte de todos, especialmente desde el Gobierno.
«Prevenir la violencia de género es responsabilidad de todos. Cuando tengan la mínima sensación de que hay un caso de violencia machista es imprescindible llamar al 016», ha señalado Carrascosa.
En el acto se encontraban dos amigas de Laura del Hoyo, a la que han definido como una persona «alegre» con la que «siempre podías contar».
«La queremos, siempre tenía en la boca a sus amigos y a su familia. Le deseo lo peor al asesino porque a Laura no la vamos a ver más», ha señalado una de ellas.
Según fuentes municipales, Laura del Hoyo no llegó a estar empadronada en esta localidad de cerca de 30.000 habitantes y situado a unos seis kilómetros de la capital valenciana, aunque sí vivió en él por motivos laborales hasta el pasado día 1, cuando regresó a Cuenca con su familia.
«Hizo amistades y era conocida en la población», indicaron las fuentes, según las cuales estuvo trabajando en una tienda de productos de cosmética y con una empresa de espectáculos, ya que actuaba como bailarina.