La alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, ha recibido el Collar de la Comunidad Mozárabe de Toledo, símbolo del patronazgo que el Ayuntamiento de Toledo mantiene sobre la misma.
La ceremonia se ha celebrado en la iglesia de las Santas Justa y Rufina, presidida por José Antonio Martínez, consiliario de la Hermandad, que ha impuesto el collar junto a Felipe Jurado, Hermano Mayor.
Milagros Tolón cumple así con una tradición que se remonta al 20 de septiembre de 1867, cuando el Pleno del Ayuntamiento de Toledo acordó declararse protector de la Cofradía-Esclavitud Mozárabe, que se le suscribiese como Hermano Nato y «que asistiese en cuerpo, como acostumbra en otras fiestas votivas a la solemne que se celebre todos los años a Nuestra Señora de la Esperanza en el templo de San Lucas».
La Comunidad Mozárabe se restauró en el año 1966 para continuar con sus antiguas tradiciones, agrupar a sus familias y actualizar su ancestral liturgia y, a raíz de ello, el 20 de septiembre de 1967, el Pleno del Ayuntamiento renovó aquel acuerdo.
Expresión de este patronazgo es el collar que cada alcalde de Toledo luce después de su toma de posesión para que lo ostente durante los años de su mandato.
Milagros Tolón es la primera mujer que lo porta; además, la Comunidad también ofrece a todos los miembros de la Corporación formar parte de su Hermandad de Caballeros y Damas.
En el año 1101 Alfonso VI, Rey de Castilla y León, concedió el Fuero de los Mozárabes, confirmado después por la mayoría de los Reyes de Castilla y de España, que está considerado como la base real del nacimiento de la Comunidad Mozárabe de Toledo, que hoy está integrada por unas 2.000 familias.
Con ese Fuero, el Rey equiparó a la comunidad mozárabe con la castellana y les permitió tener su propio derecho y disponer de sus propios jueces.
El rito mozárabe fue recuperado por el cardenal Cisneros, quien impulsó la creación de la Capilla Mozárabe de la Catedral, donde se oficia diariamente, así como en ocasiones destacadas en las diferentes parroquias mozárabes de la ciudad.
Lo mozárabe constituye uno de los principales patrimonios socioculturales y religiosos más importantes de Toledo.
LOS BOTIJOS Y EL AGUA DE LA VIRGEN
El Claustro de la Catedral de Toledo volvió a ser el escenario del trasiego de cientos de toledanos, que siguiendo una de las tradiciones más arraigadas de la ciudad, han querido beber agua de la Virgen del Sagrario, su patrona, cuya solemnidad se celebraba el día 15 de agosto.
En los últimos años, debido a obras e intervenciones realizadas en el claustro catedralicio, esta tradición se realizaba en la Puerta del Reloj, pero este año el Cabildo ha recuperado el enclave original para la tradición de beber agua de los botijos de barro, al que los fieles han accedido desde la Puerta del Niño Perdido y desde la puerta accesoria situada junto a la Puerta del Reloj.
La alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, que participó en la misa pontifical en honor a la Virgen del Sagrario, agradeció al Cabildo que recupere el Claustro de la Catedral para esta «querida tradición toledana», como ella había manifestado en varias ocasiones ante los responsables de la Catedral trasladando el sentir de muchos toledanos que añoraban el espacio tradicional de esta costumbre que tiene su origen en el siglo XVII.