Una vez iniciada la vendimia, las primeras estimaciones apuntan a que la cosecha de este año será entre un 20 y un 25 por 100 inferior a la de 2014. Son los datos que manejan en la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Castilla-La Mancha y que han sido dados a conocer en rueda de prensa por el presidente regional, Fernando Villena, el secretario general de la organización, José María Villena, y la presidenta de Asaja Toledo, Blanca Corroto.
De las 440.000 hectáreas de viñedo repartidas por la geografía castellanomanchega se espera obtener alrededor de tres millones de hectolitros menos que en 2014. Hay que recordar que entonces la cosecha ya se redujo en otro 25 por 100 respecto a 2013, un año -eso sí- con una excesiva producción que llevó a la fuerte caída de los precios.
Según explicaba Fernando Villena, los cultivos -sobre todo los de secano- se han visto afectados por la climatología, fundamentalmente por la ola de calor de mayo y por las altas temperaturas del verano. A pesar de ello, el inicio de la vendimia tan solo se ha retrasado una semana. Además, se esperan vinos de calidad ya que «el calor ha hecho que apenas haya habido brotes de enfermedades en las plantas y los precios de los varietales ya apuntan a que van a ser más altos», añadía José María Fresneda.
La mayor parte de este vino, alrededor del 80 por 100, se quedará en cooperativas, mientras que el 20 por 100 restante irá destinado a bodegas. Desde Asaja aseguran que la apuesta tiene que ser la calidad y no tanto la cantidad y que la organización buscará siempre «acabar con las prácticas opresivas contra el agricultor». Instan a la administración a que vele por el control del fraude.
A PARTIR DEL 15 DE SEPTIEMBRE SE PODRÁN SOLICITAR LAS AUTORIZACIONES DE PLANTACIÓN
El 1 de enero de 2016 comenzará a funcionar el nuevo sistema que convertirá los derechos de plantación de viñedo en autorizaciones. El plazo para solicitar las conversiones -informaba Blanca Corroto- comenzará el próximo 15 de septiembre.
Este nuevo sistema, acordado en la Reforma de la PAC de 2013, establece un nuevo régimen de autorizaciones de plantación, que permite continuar con una limitación de la producción y asegurar un crecimiento ordenado de las plantaciones de vid, en sustitución de la liberalización de plantaciones acordada en 2008.
Así el nuevo sistema de autorizaciones durará hasta el 31 de diciembre de 2030. A partir de esa fecha sólo se podrá plantar viñedo con autorización y estas autorizaciones, a diferencia de los derechos, no serán transferibles.
Las autorizaciones se podrán obtener bajo tres circunstancias: a través de la conversión de derechos de plantación en poder del agricultor a 31 de diciembre de 2015, del arranque de un viñedo y mediante la concesión de un cupo de superficie de viñedo para realizar nuevas plantaciones, que se ofertará anualmente.