Había trabajado como pintor en el centro educativo, situado en el barrio de Santa María de Benquerencia de Toledo, y un año después se convirtió en un presunto ladrón al llevarse proyectores y varios ordenadores portátiles, según las investigaciones realizadas por la Policía Nacional. Y que acabaron con la detención del individuo.
Se le considera presunto autor de un robo con fuerza en unos hechos que, por primera vez, ocurrieron en enero de 2011. Robo que entonces no se pudo aclarar. Pero justo un año después, en enero de 2012, volvió a intentar la misma operación. Pero en esta ocasión fue sorprendido in fraganti. El pintor hacía entrado en el centro tras utilizar un juego de llaves obtenidas en 2011 mientras trabajó allí y, por eso mismo, conocía cómo estaban distribuidas las aulas y en cuales había material que podía vender a terceros.
Además, él mismo declaró en la propia Comisaría que, efectivamente, tenía la intención de sustraer algún proyector u ordenador portátil. Tras ser puesto a disposición judicial quedó en libertad con cargos y pendiente de juicio.
Los hechos de enero de 2011 sucedieron de la siguiente forma: forzó las puertas de siete aulas y además de los proyectores robó seis ordenadores que estaban guardados en un armario cerrado del despacho del secretario del centro. Tras averiguar que podía ser él el autor de los hechos los agentes entraron en su casa con la orden judicial correspondiente y hallaron uno de los ordenadores y tres proyectores procedentes del centro. Más tarde se identificaría a los dos receptores de lo robado.