Lo suyo es ayudar a los que más lo necesitan. Por eso, y viendo las dificultades que tenían para colaborar en la tradicionales organizaciones de cooperación, un grupo de jóvenes castellanomanchegos -estudiantes de Medicina en Albacete- decidieron hace un año ponerse manos a la obra y crear su propia ONG. Así surgió «Kipekee» (www.kipekee.org), que significa «único» en lengua suajili, un proyecto muy novedoso que ha nacido con vocación de continuidad.
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El mérito de estos jóvenes es que en tan sólo 12 meses han fundado una ONG que ya ha estrechado lazos de unión con África. El pasado 10 de agosto seis de ellos regresaban de Kenia y Tanzania, donde han tenido la oportunidad, durante dos semanas, de colaborar tanto en el ámbito sanitario como en el educativo.
Rubén, Lorena, Laura Beatriz, Marta, Carmen y Sara, de 22 años, son los integrantes de esta expedición. En su estancia en Kenia, concretamente en Kayole -en la periferia de Nairobi-, realizaron prácticas por las mañanas en un centro de salud al que donaron material para su remodelación. La tarde la dedicaban a graduar la vista a las personas que se acercaban a los campamentos móviles que instalaban. Entregaron, además, 2.000 gafas de sol y de ver. También organizaron actividades y juegos para los más pequeños, compraron material escolar e incluso pusieron en marcha un intercambio de cartas entre niños kenianos y albaceteños.
La toledana Sara Sánchez, una de las jóvenes que ha tenido la oportunidad de formar parte de este primer proyecto de «Kipekee», contaba a Encastillalamancha.es que todo este material fue adquirido en el continente africano con el dinero reunido en España a través de donaciones, festivales benéficos, becas de la Universidad de Castilla-La Mancha, campañas de crowdfunding, aportaciones de los socios…
Su segunda parada fue Tanzania, concretamente Simanjiro, una región masái que se encuentra a dos horas de cualquier nucleo poblacional. Hasta allí llevaron material médico y escolar y celebraron un torneo de fútbol en el que regalaron 20 equipaciones.
Sara explicaba que, junto a estas labores de cooperación, «dos compañeros se han dedicado a viajar por zonas cercanas para buscar nuevos proyectos para el año que viene» y es que «Kipekee» ha llegado para quedarse. «Estas son las cosas que te alimentan el alma; te ayudan a crecer como persona y como voluntaria. Yo llevaba mucho tiempo buscando hacer algo así; lo intenté a través de ONGs pero vi que era muy complicado porque aún no era licenciada e incluso tenía que poner mucho dinero». De esta experiencia la toledana resaltaba igualmente la oportunidad que han tenido de hacer prácticas y de ver los diferentes tipos de sistemas sanitarios que hay en el mundo.
La ONG «Kipekee» cuenta actualmente con 90 socios. Si bien ha sido promovida por estudiantes de Medicina, está abierta a otros colectivos con las mismas inquietudes. De cara al futuro, esperan que puedan viajar más cooperantes y actuar en otros países.
Los jóvenes voluntarios durante su estancia en África.