El concierto que el cantaor Miguel Poveda tenía previsto ofrecer anoche en la Plaza de Toros de Puertollano (Ciudad Real) tuvo que ser suspendido tras un aplazamiento de dos horas y media según el horario inicial, debido a los problemas técnicos originados por la lluvia.
La lluvia, que estuvo cayendo hasta las once de la noche, hizo que, en un primer momento, se retrasase el inicio del espectáculo previsto para las 22.00 horas, para aguardar a que dejara de llover.
Sin embargo, una vez que la lluvia cesó comenzaron los problemas técnicos y las casi 3.000 personas que habían acudido como público comenzaron a impacientarse.
Entonces, unas dos horas después del horario previsto para que comenzara el concierto, se encendieron las luces del escenario y fue el artista quien, acompañado de sus músicos, salió para pedir disculpas y lamentar el retraso que se estaba produciendo.
«Ustedes saben lo que supone para mí actuar en Puertollano, el pueblo de mi madre, que conozco como si me hubiera criado en él. Pero ustedes, con su actitud paciente de espera, están haciendo que les quiera mucho más. Les agradezco las dos horas que llevan esperando», fueron las palabras que Miguel Poveda dijo al público a modo de disculpa.
El retraso venía motivado porque la lluvia, si bien había dejado ya de caer, había mojado equipos y cables de un escenario descubierto, por lo que la organización decidió, en un primer momento, esperar a que el calor de los focos eliminara la humedad de los aparatos.
«Este concierto es muy especial para nosotros. Puertollano para mí no es cualquier lugar, pero hay una normativa de seguridad que nos prohíbe ofrecer un concierto en estas condiciones», continuó el cantaor, que solicito un plus de paciencia a los asistentes.
Con todo, la prórroga no sirvió para nada y, más tarde, Poveda salió nuevamente al escenario a comunicar que el concierto no se podía ofrecer porque había «riesgo para los artistas, actuar con los equipos mojados».
Sin embargo, el público pudo escuchar un poco del arte de Poveda, quien ofreció un pequeño cante de compensación con el micrófono auxiliar.
Poveda afirmó que no quería dejar de cantar «un poquito» a su gente y agradecer las dos horas y media que habían estado esperando para verle actuar.
«Lo siento, gracias por vuestra paciencia, volveré. Seguro que volveré» fuero las palabras de despedida de Miguel Poveda, después de señalar que su representante y el promotor puertollanense buscarán una fecha para ofrecer el concierto suspendido en la noche de ayer.