Pasadas las 13.30 horas, José Luis Rodríguez Zapatero llegó a la plaza del Conde, donde le esperaba el presidente de CLM, con quien tras un recorrido por el inmueble estuvo reunido algo más de una hora. El expresidente del Gobierno había participado hoy en Toledo en un seminario internacional sobre la abolición de la pena de muerte.
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Algo más de una hora de charla compartieron el presidente de CLM, Emiliano García-Page, y el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, y un repaso a la actualidad política y social. No han trascendido más detalles de la conversación, pero seguro que no les han faltado temas sobre los que intercambiar información y opiniones.
Page esperó en la calle a Zapatero y aprovechó para charlar con varias viandantes, a las que intentaba convencer de que no todos los políticos son iguales. Cuando llegó el expresidente, acompañado por Luis Arroyo Zapatero, exrector de la Universidad de Castilla-La Mancha y primo del expresidente, Page ejerció de anfitrión y cicerone en una visita improvisada a la iglesia de Santo Tomé, situada junto al Palacio de Fuensalida y donde un empleado del templo le explicó el universal cuadro del Greco “El entierro del señor de Orgaz”.
En la plaza se habían arremolinado algunos curiosos, turistas y operarios del montaje de Luz Greco. Entre ellos, una ciudadana francesa de Toulouse, que se había declarado admiradora de Zapatero, había esperado pacientemente su llegada, pero finalmente no pudo saludarle. Oh, là là…
Sí pudieron estrecharle la mano los funcionarios del Palacio de Fuensalida, con quienes se hizo una foto de familia.
Page y Zapatero mantienen una cordial relación, fraguada especialmente tras la salida de Rodríguez Zapatero del Gobierno y con José Bono como nexo común.
Los tres protagonizaron la sonada cena con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y con Íñigo Errejón, celebrada en noviembre del año pasado en casa de Bono.