«Sí, existe la posibilidad de que haya otro trasvase del Tajo al Segura, pero al Gobierno de España les va a costar cada vez más, porque ya existe el concepto generalizado de que el trasvase no ofrece garantías ni a la cuenca cedente ni a la receptora. Y lo que se va a trasvasar a partir de ahora va a ser barro, yo que el regante murciano estaría preocupado».
Es lo que ha afirmado hoy el portavoz del Ejecutivo de Castilla-La Mancha, Nacho Hernando, durante la rueda de prensa posterior a la celebración del Consejo de Gobierno, cuando también ha anunciado que recurrirán el último trasvase, de 15 hectómetros cúbicos, concedido por el Gobierno de España, correspondiente a agosto de este mismo año.
Es el segundo recurso del Ejecutivo de Emiliano García-Page en apenas un mes. Hernando ha recalcado que el último trasvase «es enorme para la cuenca cedente, que se queda en un mísero 14 por 100. Es un trasvase diferente, porque cuando se realizó ya sabían que el agua embalsado estaba por debajo de los 400 hectómetros cúbicos, límite para trasvasar. A 31 de agosto las existencias de agua eran de 369 hectómetros cúbicos, 31 hectómetros por debajo del mínimo trasvasable, por lo que se han vulnerado las normas de explotación».
En estos momentos «estamos en nivel 4, sin posibilidad de ceder más agua. El río habla por sí mismo y no puede ser de interés general que el río se seque. Llevamos décadas, desde Franco, sin que haya diálogo sobre este asunto, y ahora tenemos la esperanza, por primera vez, de encontrar una solución conjunta, en pocos años vamos a poder llegar a un consenso definitivo».
Y ha insistido, para terminar, que Castilla-La Mancha «no quiere guerra, sino agua, nosotros tampoco queremos privar al Levante del agua y ellos ya se están planteando la utilización de desaladoras».