La exposición de Equipo Crónica y Manolo Valdés, como parte de las actividades complementarias de los Cursos de Primavera Universitaria en Sigüenza, estará en la Casa del Doncel hasta el día 12 de mayo, fecha de clausura de los cursos. La muestra llega a la ciudad procedente de Cuenca gracias a la colaboración de la Fundación Antonio Pérez. Como nota sentimental y emotiva, ha sido dedicada a Maxi Robisco, pintor seguntino, fallecido el pasado verano, amigo de la infancia de Antonio Pérez, y amigo también de todos los organizadores, que han querido recordar y reconocer tanto su obra artística y como su condición humana.
El Equipo Crónica forma parte de la historia de la pintura española de la segunda mitad del siglo XX. Fue fundado en 1964 por Manolo Valdés, Rafael Solbes y Juan Antonio Toledo, aunque este último abandonó pronto el grupo. Su obra introduce un nuevo lenguaje artístico cercano al movimiento Pop y supo combinar el compromiso social y político, con ironía y humor, una crítica que intentaba dar respuestas a la relación entre el arte y la sociedad convulsa de los años sesenta. Toma del Por Art, el uso del dibujo despersonalizado, de las tintas planas y el arte como medio de comunicación de masas. Muchos de sus temas están inspirados en la pintura española del Siglo de Oro pero insertados en la sociedad contemporánea. Se inspiró en Velázquez, Zurbarán, Ribera, Picasso… También tuvieron una importante producción de esculturas y grabados seriados.
En el año 1981, tras la repentina muerte de Rafael Solbes, acaba el proyecto de Equipo Crónica, y Manolo Valdés continuó solo su carrera que lo llevó a Nueva York, después de su fichaje por la Galería Marlborough, allí continuó recreando su universo personal, reinterpretando a los pintores clásicos e investigando con nuevos materiales y técnicas, tanto en la pintura como en la escultura, siendo en la actualidad uno de los pintores españoles de mayor prestigio internacional.
La obra que durante 17 años desarrolló el Equipo Crónica adquiere una mayor importancia con el paso del tiempo. Sin ella no se entendería la figuración española de los años setenta. Por ello figura en los mejores Museos de Arte Contemporáneo, como El Reina Sofía de Madrid, el IVAM de Valencia, en Washington, Berlín o en el Moma de Nueva York.