Activistas de Greenpeace han llevado al kilómetro cero en la Puerta de Sol de Madrid una treintena de «bidones de residuos nucleares radiactivos» para representar el peligro que podría suponer el transporte de residuos nucleares hasta el Almacén Temporal Centralizado de Residuos Radiactivos (ATC) de Villar de Cañas (Cuenca).
Ataviados con monos y máscaras han portado pancartas con el lema: «¡Peligro! Ruta nuclear en 216 municipios» y «No al cementerio nuclear«. La organización ecologista quiere pedir así al Gobierno una moratoria «a este innecesario y caro proyecto».
«Bidones radiactivos reales podrían estar ahora circulando por nuestras carreteras y cruzando más de 200 pueblos de España. Un riesgo que no necesitamos, como tampoco tenemos necesidad de gastarnos más de 1.000 millones de euros en construir el ATC. Desde Greenpeace queremos reiterar que es un peligro y que no es necesario. Por eso exigimos una moratoria y animamos a los municipios afectados a que se sumen a ella», explicaba Raquel Montón, responsable de Campañas de la organización en España.