«Señora Guarinos, se ha metido en un charco que le van a llover reprimendas».
Estábamos en la Comisión de Presupuestos, última hora de la mañana del viernes 18 en las Cortes de Castilla-La Mancha, donde el vicepresiente del Gobierno regional, José Luis Martínez Guijarro, cerrara el turno de comparecencias de todos los miembros del Gobierno, excepto el presidente, que se han realizado en el Parlamento durante las dos últimas semanas.
Y era justo el final de su intervención.
Previamente, Ana Guarinos, diputada regional del PP, le había reprochado a Guijarro que cuando aquéllos llegaron al Gobierno en 2011 comprobaron que un número determinado de altos cargos y asesores (de la época del Ejecutivo de José María Barreda) no había devuelto los teléfonos móviles de alta gama y así se lo comunicaron a los medios.
No sabemos si aquéllos los devolvieron al final o no, pero Guijarro respondió a Guarinos con lo del charco y las reprimendas:
«Señora Guarinos, pregunte a los responsables del anterior Gobierno (el del PP) por los teléfonos móviles y las tabletas (las tablets). No voy a decir nada más. Pero cuando llegamos a la Presidencia no había ni ordenadores fijos en los despachos, así estaba el Palacio de Fuensalida (sede del Gobierno regional), pregúntele a sus compañeros, que a lo mejor le dicen que no se meta en ese berenjenal».