Hay que aclarar qué sucedió con el Plan de Pago a Proveedores durante el Gobierno del PP después de la denuncia pública que realizó el vicepresidente de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, en las Cortes regionales el viernes 18. Con luz y taquígrafos, vamos. Vaya por delante que sirvió para pagar las millonarias deudas a los empresarios que había dejado el Ejecutivo de José María Barreda, eso nadie lo duda ni lo discute a estas alturas, ni los más acérrimos, pero Guijarro señaló que hay empresas que no llegaron a cobrar, que no lo han hecho a día de hoy, por orden del entonces Gobierno de Cospedal. Y que tienen las pruebas.
Ana Guarinos, diputada del PP en las Cortes, enfureció. También con luz y taquígrafos. Vamos, que todo está grabado y requetegrabado. Y dijo que si ella fuera miembro del anterior Gobierno ya estaría en los Tribunales de Justicia denunciando la grave acusación de Guijarro. E incluso que si esa denuncia la plasmaba por escrito el propio vicepresidente, ella misma iría en persona al Juzgado y pleitearía.
Han transcurrido unas cuantas horas desde entonces y nada más hemos vuelto a saber del asunto. ¿Será otro que se quede en el tintero? Porque sería bueno conocer con detalle qué empresas son las que no han cobrado, cuánto se les adeuda y por qué no se les ha pagado. Si finalmente es así. ¿Y esas empresas? ¿A qué esperan para acudir a la Justicia?
Que no sea todo flor de un rifirrafe parlamentario y acabemos sin enterarnos como cuando escuché durante cuatro años al PP solicitar una Comisión de Investigación sobre Caja Castilla-La Mancha (CCM), hasta en siete ocasiones, que les negaron para luego, estando ellos en el poder, ni sé dónde está la Comisión de Investigación ni se la espera. Y cuando se les preguntaba a los «populares» cambiaban de cara como yo de camisa.
Detalles minúsculos, pensarán.
Como el de los teléfonos y las famosas y apetitosas tabletas. No de chocolate, no, sino de a unos cuantos cientos de euros la pieza. Volvemos a lo mismo. El PP denunció en 2011 que cuando llegaron al Gobierno faltaban más de 50 de estas codiciadas piezas. Ahora, cuatro años después, el PSOE anuncia que cuando llegaron al Palacio de Fuensalida, sede del Gobierno regional, no había ni ordenadores fijos. Y que dónde están los móviles y las tabletas de los miembros del Gobierno.
Sea como fuere, hay que saber. ¿Qué ocurrió con ambas cosas? ¿Se pagó? ¿No? ¿Dónde están los teléfonos y las tabletas que son de todos? Levantemos, no tapemos.
@CesardelRioPolo
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