Castilla-La Mancha ha registrado un verano extremadamente cálido, el más cálido en algunas provincias desde que se tienen registros, debido fundamentalmente a las altas temperaturas que se registraron en el mes de julio, que se caracterizaron por la persistencia de las máximas.
Así lo ha indicado hoy en rueda de prensa el director territorial de la Agencia Estatal de Meterología (Aemet) en Castilla-La Mancha, Ricardo Torrijo, que ha explicado que lo destacado del verano han sido las temperaturas de julio, mientras que agosto y junio han sido meses cálidos pero no excepcionales, que han tirado de la media hacia arriba.
Torrijo ha precisado que se da la calificación de extremadamente cálido cuando en el periodo de referencia 1981-2010 no hay ningún registro que lo supere, como ha ocurrido este año en julio en todos los observatorios principales de la región.
En todos los observatorios durante el mes de julio se han batido los récords de temperatura media de las máximas, de temperatura media de las mínimas y de temperatura media, con 3 grados de temperatura por encima de la media que en el caso de Toledo ha llegado a ser 4 grados por encima de lo habitual, añadido.
En los tres meses del estío, el verano ha sido extremadamente cálido en Toledo, Ciudad Real y Molina de Aragón, y muy cálido en Cuenca y Albacete, donde se ha situado en el percentil de los más cálidos de la serie pero no ha superado el máximo histórico del periodo de referencia.
Las temperaturas en el conjunto de la región han estado 2 grados por encima de la media durante todo el periodo estival, aunque en el mes de julio se elevó a 4 grados por las temperaturas máximas y mínimas muy altas y muy prolongadas en el tiempo.
En este aspecto ha sido significativo el caso de Toledo, donde la temperatura media de las máximas en el julio fue de 38,5 grados, que supone el récord absoluto de cualquier otro mes en esta ciudad.
Toledo también tuvo la temperatura más alta que ha habido en la región durante todo el verano, con los 42,8 grados que se registraron el 6 de julio, mientras que la temperatura mínima más baja de los tres meses del estío en la región se registró en Sigüenza (Guadalajara) el 5 de junio, con 5,5 grados.
En cuanto a las precipitaciones, ha sido un verano normal en Castilla-La Mancha en general, aunque húmedo de acuerdo con las mediciones efectuadas en el observatorio de Albacete, ha señalado Torrijo, aunque ha matizado que las precipitaciones tormentosas como es habitual han sido muy irregulares.
Así, las zonas más lluviosas han sido las situadas al Este de la región y en las zonas montañosas del Noreste de la comunidad autónoma, a las que este año se ha unido también la zona del Noreste de la provincia de Albacete.
Las precipitaciones más escasas han sido las situadas en el interior de la región.
En este apartado destacan las precipitaciones que se registraron el 11 de junio, ya que este día cayeron 15,4 litros por metro cuadrado de agua con granizo en el observatorio de Albacete, 14,2 litros por metro cuadrado con granizo en el observatorio de Guadalajara y 7,3 litros por metro cuadrado de agua acompañada con granizo en el observatorio de Cuenca.
LAS PREVISIONES PARA EL ÚLTIMO TRIMESTRE
Castilla-La Mancha tendrá probablemente temperaturas algo más elevadas de lo normal en el último trimestre del año, mientras que las precipitaciones estarán en cifras normales, de acuerdo con las predicciones de los especialistas la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Torrijo ha dado a conocer estas predicciones estacionales para los meses de octubre, noviembre y diciembre, aunque ha aclarado que se trata de unas previsiones que aún están en fase experimental y que son muy inciertas.
Para hacer este tipo de predicciones se apuntan tres escenarios que el periodo analizado sea normal, fresco o cálido con respecto a valores normales o usuales en el ámbito de las temperaturas, mientras que el de las precipitaciones los escenarios que se dibuan es que sea normal, húmedo o seco, ha aclarado Torrijo.
Desde esta perspectiva, la predicción de los especialistas es que es algo más probable el escenario de que el último trimestre del año sea más cálido en Castilla-La Mancha con respecto a los valores normales o usuales.
En el ámbito de las precipitaciones los pronósticos apuntan a que el último trimestre del año sea un periodo normal con respecto a los valores usuales, a pesar de que inicialmente para los meses de septiembre, octubre y noviembre se había pronosticado que podría ser un poco más húmedo, ha señalado el director territorial de la Aemet.