El Abanca Ademar León recuperó la sonrisa que hace siete días había perdido tras caer derrotado en casa ante el GO FIT al y este sábado se exhibió en su visita a Cuenca con una victoria tan clara (18-29) como merecida ante un Globalcaja Ciudad Encantada que nunca estuvo a la altura de las circunstancias.
El partido quedó sentenciado en la primera parte por culpa del portero visitante Cupara ante el que se estrelló el ataque del conjunto conquense, que terminó desesperado por la impotencia ante el meta serbio.
Cupara se fue al descanso con 13 paradas de 19 lanzamientos. Intervenciones de todo tipo, desde los nueve, los seis y además dos tiros de siete metros.
Al Abanca Ademar le bastó una buena defensa para dificultar en exceso los movimientos en el ataque local que, además, no pudo practicar el contraataque porque su portería no aportó, sólo dos paradas en esta primera parte, lo suficiente para poder darle velocidad al juego del conjunto de Lidio Jiménez.
De esta forma, el conjunto leonés fue aumentando su ventaja en el luminoso, aún jugando en inferioridad. En la recta final de la primera parte, el Abanca Ademar jugó prácticamente dos minutos con dos jugadores menos, pero supo circular con paciencia y aprovechar los lanzamientos lejanos de Mikel Aguirrezabalaga, cuatro consecutivos, para ampliar la ventaja al descanso con un 6-15 determinante.
La segunda parte sirvió para ver en acción a jugadores menos habituales y para ver la exhibición de Juanín García que, aprovechando los contraataques, fue una tortura para el conjunto conquense, logrando siete goles de nueve lanzamientos, los otros dos se estrellaron en la madera y cortando de raíz cualquier atisbo de recuperación del conjunto local.
El Globalcaja Ciudad Encantada, todo corazón, lo intentó pero el equipo estuvo totalmente desdibujado e impotente en el ataque posicional, lo que permitió que las distancias en el luminoso llegaran hasta los 13 goles, ante la protesta del público conquense hacia su equipo.
Golpe duro para el conjunto conquense, no por la derrota ante un rival superior, sino por la forma de producirse. Mientras, el conjunto leonés demostró que el tropiezo de hace una semana fue el clásico accidente de un campeonato liguero.