“Siento una satisfacción personal muy profunda, no se puede imaginar cuánta”. Así contestó el presidente de la Junta, Emiliano García-Page a la pregunta de qué le había parecido la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el POM, que le daba la razón en la estrategia que siguió como alcalde de Toledo en un asunto que fue casi una pesadilla durante 4 años y por el que recibió fuertes críticas del PP.
“No he escuchado ni a Tizón, ni a Cospedal, ni a Labrador pedir perdón o dar la enhorabuena, que es saludable; y decir que se felicitan de que la ciudad haya acertado en su estrategia”, agregó. Y explicó que proyectos como el parque comercial Abadía, el hospital universitario o la ronda suroeste no hubieran sido posible si hubiera hecho lo que solicitaba el PP.
“He pasado cuatro años rodeado de abogados y abogadas del Estado, que me pedían que ejecutara una sentencia que era mala, injusta y que no se acomodaba a la ley. Varios dirigentes el PP, como Cospedal y Tizón dijeron que se ejecutara la sentencia, que hubiera sido como cómo decir al médico que dejara al paciente sobre la mesa y abierto en canal”.
“Siempre preferí que la ciudad tuviera una estrategia a no tenerla, era preferible un mal plan y ahora me gustaría que pidieran perdón todos los que han estado diciendo golfadas sobre nuestras intenciones urbanísticas; hay que tener desvergüenza política”, apostilló Page.
Después de 8 años como alcalde de Toledo, “me he despedido con un muy crecido cariño de la gente, me he ido con los servicios púbicos ordenados, la tesorería muy positiva, la situación económica municipal despejada, la ciudad creciendo… Pero tenía una sensación extraña, porque la sentencia del POM podía ser un problema para la ciudad, pero hasta eso” se ha resuelto, concluyó el hoy presidente de CLM.