Un hombre ha aceptado una condena de seis años y medio de prisión por un delito de violación con la agravante de parentesco, ya que la víctima fue su pareja, y la atenuante de embriaguez y por otro de incumplimiento de una orden de alejamiento de la que fue su compañera sentimental.
La sentencia de conformidad dictada por la Audiencia Provincial de Ciudad Real condena también a este hombre a libertad vigilada por un periodo de cinco años que deberá cumplir después de la pena privativa de libertad.
La sentencia también establece una orden de alejamiento de su excompañera sentimental y el pago de una indemnización de 15.000 euros por daños morales.
El procesado ha admitido que, tras incumplir una orden de alejamiento que se había dictado contra él, en 2014 reanudó la convivencia con la víctima, posiblemente porque ésta le dijo que estaba embarazada.
En junio de ese año, uno de los días el condenado regresó a casa con signos de embriaguez, ante lo cual la víctima le advirtió de que si persistía en su conducta, se marcharía de casa.
El acusado se marchó y volvió más tarde en estado de embriaguez, que no le impedía comprender la ilicitud de sus actos, pero que disminuía de forma leve sus frenos inhibitorios, según la sentencia.
Una vez en la casa, la víctima y el acusado iniciaron una discusión en el dormitorio de la pareja, en la que el condenado insultó a la mujer.
Ante estos hechos, un vecino que oyó gritar a la pareja les recriminó que iba a llamar a la policía, lo que motivó que el procesado se encolerizara y fuera a la cocina a por un cuchillo, diciendo que si iba la policía no lo tendría fácil para detenerlo.
Una vez de regreso al dormitorio, y después de que el procesado hubiera cerrado las ventanas de las habitaciones de la casa, propuso a la víctima mantener relaciones sexuales, a lo que se negó la víctima.
Ante la negativa, el acusado se enfureció más, hasta el punto que comenzó a quitarle la ropa e intentó forzarla, lo que causó lesiones a la víctima.