Los restos de cocodrilos hallados en el yacimiento de Lo Hueco, ubicado en Fuentes (Cuenca), han permitido definir el grupo más abundante de esta especie en el Cretácico Superior en Europa y aumentar el conocimiento sobre el origen de los cocodrilos actuales, de los que constituyen el pariente más cercano.
Así se recoge en un estudio que ha publicado hoy la revista científica PLUS One, en el que han participado investigadores del Grupo de Biología Evolutiva de la UNED y de la Universidad de Iowa, en el que se describe una nueva especie de cocodrilo, denominado «Lohuecosuchus» que ha aparecido en el yacimiento del Cretácico Superior de lo Hueco.
Según la información facilitada a Efe por los investigadores, su hallazgo ha posibilitado relacionar y ordenar el registro que se tenía hasta ahora de restos de reptiles encontrados en España, Francia y Rumanía, y describir un nuevo grupo de cocodrilos al que han llamado «Allodapsuchiae».
Este grupo extinto de cocodrilos habitó Europa durante el Cretácico y constituyen el pariente más cercano del grupo formado por todos los cocodrilos actuales.
Los investigadores han apuntado que los cocodrilos que habitan actualmente el cinturón tropical del planeta representan una muestra mínima de la diversidad y dispersión que mostró el linaje durante el Mesozoico.
En la actualidad, los cocodrilos están formados por tres grandes grupos: los aligatores y caimanes, los cocodrilos en sentido estricto y los gaviales y se considera que el antecesor común de todos ellos convivió en algún momento del Mesozoico con los dinosaurios.
Sin embargo, el grupo al que pertenecen los cocodrilos actuales está escasamente representado en el registro fósil antes de la crisis de diversidad que acabó con los dinosaurios, por lo que la mayor parte de la información que se tiene de sus orígenes procede de la comparación con sus parientes más cercanos.
Esta escasez puede subsanarse con el hallazgo de varios cráneos completos y una importante colección de otros huesos en el yacimiento de Lo Hueco.
Hasta ahora, muchos de los cocodrilos del Cretácico Superior de Europa Occidental se habían relacionado con un género de cocodrilo que habitó Rumanía a finales del periodo denominado «Allodaposuchus».
Pero los identificados en Lo Hueco pertenecen a dos grupos diferentes, de los que se describe ahora el primero de ellos, el «Lohuecosuchus megadontos» (el cocodrilo de Lo Hueco de grandes dientes).
«Lohuecosuchus» presenta una relación cercana con «Allodaposuchus», pero también muchas diferencias con esta forma rumana.
La disponibilidad de muchos restos bien preservados de cocodrilos en Lo Hueco ha permitido no solo describir una nueva especie, sino identificar caracteres diferenciales de los cocodrilos del suroeste europeo respecto a los rumanos y comenzar a analizar la diversidad de algunos cocodrilos previamente asignados a «Allodaposuchus» en España y Francia.
En este sentido, los investigadores plantean que «Lohuecosuchus» también está presente en yacimientos del sur de Francia y han descrito la especie «Lohuecosuchus mechinorum» para unos restos procedentes de la localidad francesa de Fox-Amphoux (Departamento de Var).
La investigación sobre los restos de cocodrilos del Cretácico Superior está todavía en proceso y, el análisis de la segunda forma de cocodrilo reconocida en Lo Hueco permitirá arrojar más luz sobre como eran y vivían estos reptiles a finales del Cretácico, cuando Europa estaba poblada por cocodrilos.
En este contexto, cobra especial relevancia la existencia de este grupo de cocodrilos, que vivió en un periodo relativamente breve (entre 75 millones de años y 66 millones de años), ya que este tipo de reptiles existía hace 230 millones de años, y que además son exclusivos de Europa.