Se presentó en el cuartel de la Guardia Civil de Talavera un día después de que, supuestamente, ocurrieron los hechos. Y lo hizo para denunciar que dos hombres que iban en un ciclomotor le habían abordado cuando se encontraba en una calle del Polígono industrial de Cazalegas (Toledo) y acto seguido le habían amenazado colocándole un cuchillo en el cuello para acto seguido golpearle con un palo. A consecuencia de toda esta historia le robaron una riñonera que llevaba consigo y en cuyo interior había 2.700 dólares americanos y dos teléfonos móviles.
A partir de ese momento y dada la gravedad de los hechos denunciados, los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Talavera se pusieron en marcha con el objetivo claro de encontrar indicios que dieran con los asaltantes. Pero pronto llegaron a la conclusión de que todo podía ser una historia inventada por parte del denunciante.
Buscaron testigos al haber ocurrido el hecho en la zona empresarial del polígono, pero nadie había visto absolutamente nada y en ningún momento se encontró a nadie que dijera que había visto a dos individuos montados en un ciclomotor. De ahí que volvieran a tomar declaración a supuesta víctima, quien al final terminó confesando que se lo había inventado absolutamente todo. De ahí que se procediera a su detención por un presunto delito de simulación de delito.