El secretario general de CCOO en Castilla-La Mancha, José Luis Gil, acusa a la patronal regional de «entorpecer» la negociación colectiva y denuncia que hay 35 convenios pendientes en la comunidad que afectan a más de 100.000 trabajadores.
«Si no somos capaces de entender que este año toca que a la gente se le suba el salario de forma razonable es que estamos condenados a no entendernos. Y ya está bien, este año toca», subraya Gil en una entrevista con la Agencia Efe, en la que critica que la patronal «se ha subido a la ola de la reforma laboral».
A juicio del dirigente de CCOO, la negociación colectiva durante la crisis económica «no sólo no ha avanzado» sino que «ha retrocedido de manera clara», pues las peticiones sindicales en las mesas de negociación, según defiende, no son «desmesuradas».
Gil apunta que los sectores más afectados por el bloqueo de los convenios son la limpieza -que afecta a 20.000 trabajadores-, el comercio y el agroalimentario, y critica que se siga con convenios provinciales y no regionales.
«Si esto no se entiende y se sigue tensionando, habrá problemas. Nosotros no vamos a dejar de reivindicar lo que nos parece justo», advierte el secretario regional de CCOO, quien lamenta que la reforma laboral aprobada por el PP ha dado un «poder omnímodo» a la patronal que, a su juicio, es «impropio del siglo XXI» y «tiene consecuencias negativas y muy graves».
A este respecto, avisa de que si no hay acuerdos saldrán perjudicados los trabajadores y también los empresarios, y opina que el problema será mayor en Castilla-La Mancha, donde el tejido productivo es «precario».
Para Gil, la parte empresarial «no acaba de entender que la negociación colectiva es un derecho fundamental para evitar la competencia desleal entre ellos, para facilitar el consumo, para que los trabajadores estén bien pagados, para que la formación sea un elemento fundamental, para que puedan exportar…».
Del mismo modo, opina que hay que captar inversiones en Castilla-La Mancha para que «el tejido productivo, que ha de tener una gran revolución, genere empleo estable y de calidad».
En este sentido, lamenta que en los últimos cuatro años «ha habido 15.000 empresas que han cerrado en Castilla-La Mancha, empresarios que se han ido al garete porque no había actividad económica, consumo y capacidad para que sus productos tuvieran salida».
«Yo creo que debe haber mayor corresponsabilidad, abrir un poco más la mente y no ver el día siguiente sino mirar a medio plazo, igual que pasa con la negociación colectiva, que hay que hacer un esfuerzo para que los salarios se incrementen porque sino el consumo no se recupera y aquí hay un problema de demanda interna», reflexiona.
A su juicio, «si no hay demanda interna, no se produce y si no se produce no hay empresas» y, por ello, aboga por tomar medidas de carácter económico en el ámbito de Castilla-La Mancha que incentiven el consumo para que «el empleo se mantenga, las empresas tengan producción estable» y se crezca «a medio plazo».
«Es evidente que si no hay empresas en la región no va a haber capacidad tampoco de generar empleo para que 220.000 personas en desempleo tengan una oportunidad de encontrar un empleo», afirma Gil, quien bromea al decir que esta consideración es «de primero de Sociales» y confiesa no entender «cómo no lo comparten los empresarios».
Por otra parte, preguntado por si ha aumentado el número de afiliados en CCOO en los últimos meses, Gil celebra que, tras una caída de afiliación como consecuencia de la crisis económica, ahora «se está manteniendo y creciendo porque la necesidad de estar afiliado», según afirma, «es más latente que nunca».
«Queremos ser más para influir más porque para cambiar las cosas hace falta gente detrás», señala el secretario regional de CCOO, que acaba de cumplir once años en el cargo y que se enfrenta al último, ya que no podrá volver a ocupar este puesto tras agotar su tercer mandato.
COSPEDAL Y LA “CRÓNICA DE UNA HUIDA ANUNCIADA»
Por otro lado, Gil ha definido la candidatura de María Dolores de Cospedal al Congreso de los Diputados como la «crónica de una huida anunciada«, aunque ha admitido que no le ha sorprendido «en absoluto» que lidere la lista del PP por Toledo.
El secretario general de CCOO en la región ha analizado el escenario político nacional de cara a las elecciones generales del 20 de diciembre, un día en el que ha confiado que se conforme «una mayoría de izquierdas tan plural como sea necesaria que permita cambiar políticas y que sea más sensible con la mayoría social».
En este marco, ha comentado el que la secretaria general del PP y expresidenta autonómica, María Dolores de Cospedal, sea la cabeza de lista del PP por Toledo para el Congreso, para lo que tendrá que renunciar a su acta de parlamentaria en las Cortes regionales.
Para Gil, la candidatura de Cospedal al Congreso es «la crónica de una huida anunciada» y, por ello, ha dicho que no le «sorprende en absoluto», pues ha señalado que era una posibilidad de la que se venía hablando «desde hace semanas y meses», de forma que «ha ocurrido lo que todo apuntaba que podría ocurrir».
A su parecer, el que Cospedal deje de ser diputada autonómica implicará que «deje la primera línea de la política en la región», ya que «al menos desde las Cortes, no será la jefa de la oposición».
Esta renuncia a ser parlamentaria autonómica supone, según Gil, que «deja a Castilla-La Mancha en la estacada, al menos como diputada regional» y ha señalado que su continuidad como presidenta del PP en Castilla-La Mancha «se tendrá que decidir pronto, aunque en principio sí seguirá, pero también decía que se iba a quedar de diputada regional».
«La región necesita un gobierno fuerte y una oposición seria, sensata y también fuerte, que haga una tarea decidida», ha considerado Gil, que ha lamentado que, sin una oposición de esas características, Castilla-La Mancha «se resiente».
Sobre los posibles resultados que saldrán de las urnas el 20 de diciembre, Gil ha considerado que «sería una temeridad» vaticinar cuál será el partido más votado y, por lo tanto, ha opinado que en estos comicios, la campaña y la precampaña «sí van a tener que ver con el resultado final», a pesar de que, según ha explicado, «siempre se dice que la campaña mueve muy poco el voto».
Además, ha apuntado que, en esta ocasión, «hay una bolsa importante de indecisos, más que nunca» y también ha augurado una mayor participación que en otras elecciones, «eso siempre es bueno y ahora más».
De las urnas ha abogado por que salga un gobierno formado por fuerzas de izquierdas y, para lograrlo, ha confiado en que «la gente vote masivamente, tenga memoria de lo que ha pasado estos cuatro años y aspire a cambiar en la dirección de respetar más los valores democráticos y sociales».
También ha analizado el papel que desempeñarán los partidos emergentes, como Podemos y Ciudadanos, a los que ha definido como «un soplo de aire fresco y una llamada de atención de que hay cosas que se han hecho mal y la gente lo ha percibido».
«Habrá que acostumbrarse a hablar con más fuerzas políticas para entenderse. No es malo para un gobierno que tenga que pactar con socios, sino que al contrario, pone salvaguardas para evitar comportamientos presidencialistas que a veces rayan con otro tipo de cosas», ha reflexionado.